El PSOE califica de "simbólico" el plan de reforma educativa del Gobierno

El PSOE considera que el Gobierno ha abordado una reforma "simbólica" que elude los problemas educativos reales -como el fracaso escolar, la falta de apoyo al profesorado, el rendimiento de los alumnos de 14 a 16 años y la escolarización de minorías- e impulsada "exclusivamente por cumplir con un compromiso político". Los consejeros socialistas han criticado, tras una reunión mantenida esta semana, que el Gobierno quiera marcarles los contenidos por cursos, y no para toda la ESO o el bachillerato, y la portavoz de Educación del PSOE en el Congreso, Amparo Valcarce, asegura que de las fichas entregadas a los partidos y de los documentos más detallados mostrados al PSOE se desprende que "no se trata de una reforma en profundidad". Tras el infructuoso intento de Esperanza Aguirre de reformar las humanidades en la pasada legislatura, el PP se comprometió en las elecciones a retomar el proyecto. De hecho, ha sido el primer objetivo que se ha marcado la ministra Pilar del Castillo (ampliado a todas las materias de la ESO y el bachillerato), y así lo dijo en su primera comparecencia en la Comisión de Educación del Congreso, aunque entonces aseguró que su plan no requeriría financiación específica.

El PSOE sostiene que el Gobierno ha "rectificado en toda regla" al abandonar el proyecto de Aguirre -"unitarista y centralista", según los socialistas- para emprender un plan "más moderado", así como al reconocer que su proyecto "requiere financiación", dice Valcarce.

A pesar de estas opiniones y de no compartir algunos de los aspectos propuestos (como que el Gobierno marque a las comunidades lo que los alumnos deben estudiar cada curso y no cada etapa como hace ahora), el PSOE seguirá dialogando con el ministerio sobre el plan "gracias a las rectificaciones realizadas por el actual equipo ministerial", añade Valcarce.

El Gobierno se ha negado a entregar los borradores de los dos reales decretos a los partidos durante los encuentros que han mantenido, lo que no ha permitido a éstos pronunciarse definitivamente sobre el contenido de la reforma y ha desatado duras críticas de los nacionalistas vascos y catalanes hacia la forma "secretista" en la que el Gobierno está llevando la negociación, según han afirmado. Los consejeros socialistas opinan que sería más razonable abordar sólo una reforma de las humanidades (aunque advierten de que algunas comunidades como Andalucía, Cataluña y el País Vasco ya la han implantado).

Las modificaciones principales de las enseñanzas mínimas (las que pone el Estado para toda España) que se propone abordar el Gobierno, según se desprende de las fichas de trabajo entregadas por el Gobierno al PSOE, CiU y el Gobierno vasco, son:

- Una mayor concreción de los contenidos de casi todas las materias, marcando lo que se debe estudiar por cursos, y no por etapas, para que todos los alumnos aprendan lo mismo a la vez.

- El aumento de una hora semanal de lengua y de matemáticas en 1º y 2º de la ESO y una hora de filosofía en el bachillerato.

- La obligación de que la informática se tenga que ofrecer en todos los centros como optativa, compitiendo con la cultura clásica y la segunda lengua extranjera.

- La lengua española apenas cambia; tampoco hay reformas sustanciales en matemáticas, y las modificaciones en historia consisten en una ordenación de contenidos por cursos: en 1º de ESO, Prehistoria y Edad Antigua; en 2º, Edad Media; en 3º, sólo Geografía; en 4º, Edad Moderna, Contemporánea y Mundo Actual.