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El Odin de Dinamarca y DCA de Francia coinciden en el Festival de Otoño

Eugenio Barba y Decouflé ponen en escena dos renovadores montajes

Dos de los grupos escénicos más singulares de Europa coinciden en el Festival de Otoño de Madrid. Ambos tienen en común que desarrollan un trabajo singular con lenguajes propios e inhabituales, pero poco más. Son el mítico Odin Teatret, en el teatro de La Abadía, y la compañía de danza que más ha impactado en Francia en los últimos tiempos, DCA & Complices Associés, en el Teatro de Madrid.

El Odin Teatret, de Dinamarca, con su director, el italiano Eugenio Barba, al frente y su concepto de teatro sensorial de factura impecable, estrenó anoche Mythos en el teatro de La Abadía, donde permanecerá hasta el 5 de noviembre. DCA & Complices Associés, dirigida por Philippe Decouflé, con sus técnicas multidisciplinares y con Christophe Salengro, uno de los bailarines más singulares del panorama coreográfico, presenta desde hoy y hasta el domingo próximo su espectáculo Shazam! en el Teatro de Madrid.El montaje de Barba, Mythos, que cuenta con los actores habituales del Odin, muchos de los cuales llevan con la compañía sus 36 años de existencia, es un espectáculo sobre el valor y la muerte del mito, dedicado a Atahualpa del Cioppo y basado en poemas de Henrik Nordbrandt. Mythos reúne sobre el escenario a personajes como Orfeo, Casandra, Edipo, Medea, Dédalo, Ulises o Sísifo. Todos acuden al velatorio de un héroe revolucionario que ha luchado por una humanidad universal y justa: "En ese velatorio se le transforma en un mito y quienes lo hacen son esas figuras históricas y míticas de nuestra cultura que podrían considerarse criminales de acuerdo con nuestras leyes actuales", dice Barba.

Como todos los espectáculos del Odin, el texto elegido se utiliza como excusa y termina transformado. En esta ocasión, el objetivo es, según Barba, plantear una reflexión sobre el deseo y necesidad de cambiar y luchar contra la injusticia y la indignidad.

Mientras que el Odin visita periódicamente España, la compañía francesa DCA es la segunda vez que lo hace tras haber presentado hace cinco años otro espectáculo suyo. En esta ocasión, Shazam! es un montaje que, como otros de la compañía, nace de las cenizas de proyectos anteriores, que en esta ocasión están, por un lado, en un encargo que les hicieron sobre el tema del cine para el 50º aniversario del Festival de Cannes; por otro, en su montaje anterior, Margerite, una fantasía experimental, y en Abracadabra, un mediometraje en el que se adentra en el mundo del color.

Sus cartas de identidad hay que buscarlas en la danza neoétnica, la energía tribal, la separación de las raíces urbanas, la magia y el surrealismo, todo ello impregnado, especialmente en Shazam!, del mundo del circo, las variedades y el cine.

La compañía, que en este montaje juega constantemente con los primeros planos, algo difícil en el campo de la danza, ha incorporado por primera vez música en directo, que interpreta el grupo La Trabant. Su primer bailarín comentó ayer: "Esta vez hemos abandonado los grandes decorados; el figurinismo exuberante y el lenguaje sólo se muestran a través de los cuerpos y de unas pantallas de vídeo, por lo que el espectador puede elegir entre lo real y lo mostrado".

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