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La insuficiencia de instrumentos legales retrasa la lucha contra la piratería musical

El seminario sobre música y audiovisual en Internet analiza los problemas del negocio

El negocio de la música en Internet parece muy prometedor, pero no es nada sencillo. Actualmente, para que sea legal, hacen falta tantos acuerdos con los distintos dueños de los derechos que se están retrasando las previsiones de explosión del negocio. Mientras tanto, progresan las iniciativas ilegales. Ayer, en el seminario SGAE Forum 2000 sobre música y audiovisual en Internet, que se desarrolla en Madrid, abogados y analistas de la distribución de música en la red reclamaron con urgencia una armonización legislativa internacional para perseguir la piratería.

Una receta

"Hasta ahora, la técnica de la infracción va siempre por delante de la técnica de protección de la propiedad intelectual", comentó ayer Antonio Castán, abogado del estudio Elzaburu, quien señaló que hay 25 millones de grabaciones piratas en Internet y que se realizan tres millones de descargas de grabaciones ilegales diarias. Eso significa en Estados Unidos unas pérdidas de 12 billones de dólares al año, y en Europa, 14 billones de euros. Según estadísticas recientes, el perfil de los visitantes de lugares de música ilegal en Internet son jóvenes entre los 12 y los 24 años."Los medios para la lucha contra la piratería son insuficientes", subrayó Castán. "Hace falta, en primer lugar, una armonización legislativa internacional para poder perseguir la piratería, así como campañas de sensibilización pública sobre el tema", dijo Castán.

Esas necesidades fueron señaladas también por José Manuel Bravo, director de servicios jurídicos de Gran Vía Musical. "Por primera vez hay un interés común de todas las partes en la defensa de los derechos de autor. El gran enemigo es la piratería. Es necesario agilizar una nueva convención de derechos de autor de acuerdo con las nuevas formas de explotación que están surgiendo", dijo.

Robert Kohn, directivo de Emusic, primer sitio de descarga musical de Estados Unidos, resumió en una frase la situación que llevaría a acabar con la piratería en Internet: Que resulte más fácil comprar que robar. Y, de momento, eso está muy lejos de suceder.Emusic.com cuenta con 300.000 títulos de 625 sellos discográficos y, desde el pasado mes de agosto, ha empezado la venta por suscripción al precio de 9,95 dólares (unas 2.000 pesetas) al mes por descarga ilimitada. Una experiencia arriesgada, porque les deja un margen de ganancias reducido, pero que espera situarlos en la mejor posición frente a un futuro en el que la descarga de música terminará, según él, con el disco compacto. "La evolución del negocio va más lenta de lo que pensábamos. Hay que negociar la equivalencia en cobros de derechos y licencias, de modo que quede un margen suficiente para las ganancias en el comercio electrónico", dijo Kohn.

Por otro lado, el consumidor medio encuentra todavía muy complicada la compra de sus canciones favoritas, y la calidad de las descargas del formato MP3 tienen una calidad de sonido deficiente. "La situación mejorará con la banda ancha", vaticinó Kohn.

Willms Buhse, director de marketing de la Digital World Services, de Bertelsmann, encuentra que, de momento, "es demasiado complejo cumplir con todas las normativas". "Para el consumidor es importante que haya un estándar y no varios".

Buhse afirmó que la evolución de la tecnología irá diversificando en los próximos años la forma y productos de consumo a través de Internet. "No estamos lejos de poder llevar en la palma de la mano toda la música que se ha creado. De momento, unos tienen los derechos sobre las obras y otros tienen los bits y la forma de distribuirlos. Hay que armonizar ambos mundos. No todo depende de la tecnología".

Joan Trayter, ingeniero electrónico y profesor de la universidad de La Salle, advirtió sobre las deficiencias de sonido de la música en la red. "El formato MP3 significa un claro retroceso en la calidad del sonido", dijo. "El objetivo final de una grabación musical debería ser un sonido cada vez mejor y no algo que lo rebaja".

Los autores tuvieron un portavoz en este seminario, con la intervención de Phil Hardy, director de la revista Music& Copyright. "La red da todavía muchos problemas", dijo. "Pero también se presenta como una oportunidad para que los autores puedan llegar más directamente al consumidor. También representa grandes oportunidades y problemas para la industria porque les ha quitado el poder absoluto que tenían sobre los músicos y sobre el negocio del disco. La amenaza de la piratería es cierta, pero, a pesar de la existencia de Napster, el año pasado se vendieron un 5% más de discos que el año anterior. Es un fenómeno que no está afectando tanto a las ventas como se dice".

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