EL COMERCIO Montesinos, presencia indeseable

El inesperado retorno al país del ex asesor Vladimiro Montesinos es un agravio flagrante a la conciencia nacional y la dignidad de los peruanos, que ahonda aún más la crisis política. (...) El secretario general de la OEA, doctor César Gaviria, en su comunicado, lamenta los hechos y anuncia su inminente llegada a nuestro país para analizar in situ el desarrollo de la crisis. Es más, el doctor Gaviria ha hecho dos precisiones delicadas: la primera da por agotada cualquier intervención en la petición de asilo, y la segunda aclara que ello obedece a que "el Gobierno del presidente Alberto Fujimori autorizó su regreso (de Montesinos) como si ello fuera algo natural y compatible con la democracia del país y no como algo que pone seriamente en peligro la estabilidad democrática del Perú".

Efectivamente, ¿cómo podría entenderse que se anteponga el interés de una persona al de millones de peruanos que, con todo derecho, exigen que se les devuelva la institucionalidad democrática arrebatada? ¿Con qué derecho avala el Gobierno una visita que pone el país en una situación de tal gravedad que podría hacerse inmanejable? ¿Qué poder ponzoñoso mantendría Montesinos para que el Gobierno le preste tan escandalosa protección? (...)

El presidente Alberto Fujimori tiene la grave obligación de demostrar que está al frente del Gobierno y dirigirse a la nación -como el país esperaba anoche- tanto para explicar qué está pasando cómo para proveer de los medios que garanticen la restauración democrática y la transparencia de los próximos comicios.

Lima, 24 de octubre