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Una exposición reúne las imágenes que Ernst Jünger editó sobre la Primera Guerra Mundial

La Universidad de Valencia muestra la concepción fotográfica pionera del pensador alemán

Ferran Bono

"Junto a las bocas de los fusiles y cañones estaban las lentes ópticas dirigidas día tras día al campo de batalla; en tanto instrumentos de la conciencia técnica, ellas conservaron la imagen de esos paisajes devastados". Estas palabras encabezan uno de los tres fotolibros que editó entre 1928 y 1930 el escritor y pensador alemán Ernst Jünger, fallecido en 1998 a la edad de 103 años. ¡Necesitamos la aviación!, El rostro de la guerra mundial. Vivencias del frente de los soldados alemanes y Aquí habla el enemigo. Vivencias de la guerra de nuestros adversarios constituyen el material de la exposición que ayer se inauguró en la rehabilitada sede histórica de la Universidad de Valencia.Combatiente en las dos guerras mundiales, Jünger, autor de Tempestades de acero, consideraba la fotografía, su exactitud e instantaneidad, como la forma más apropiada de expresar la experiencia humana, y así lo quiso plasmar en el agitado periodo de entreguerras cuando la técnica se convierte en objeto de representación artística y en emblema del progreso humano. No tuvo ningún reparo en borrar autorías, utilizar todo el material de la Primera Guerra Mundial que estaba a su alcance, en ocasiones de fotógrafos anónimos, como algunos soldados que portaban cámaras en sus mochilas, y manipular las imágenes, buscando determinados encuadres.

Es el caso de la fotografía en cuyo original se ve a varios soldados durmiendo en una trinchera mientras uno de ellos vigila. Jünger recorta la imagen en su libro y añade en el pie de foto que los soldados están muertos. Esta foto es una de las 160 imágenes que ha reunido la exposición Ernst Jünger: guerra, técnica y fotografía, que se clausura el 7 de enero. Comisariada por el profesor de la facultad de Filosofía de Valencia, Nicolás Sánchez Durá, la muestra reúne un material inédito en España perteneciente a los tres libros citados, hoy casi ignorados debido a que no han sido reeditados desde los años treinta. La mayoría de los originales fotográficos han desaparecido. De todas formas, el destino de los mismos era para Jünger alimentar "el movimiento frenético de los talleres de impresión", según apuntó Sánchez Durá.

El comisario subrayó que no se trata de una exaltación de la guerra, aunque en aquel periodo ésta constituía para algunos -entre ellos los futuristas- la máxima representación del progreso técnico, ni es una muestra dedicada a documentar la guerra del 14; el propósito es "conocer una de las concepciones más tempranas y actuales de la fotografía". Una concepción, en este sentido, cercana a la que expresó coetáneamente Walter Benjamin en su ensayo La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica, aunque "Jünger la puso en práctica", apuntó Sánchez Durá.

Muchas de las fotografías reproducidas de los tres libros -incluidos en la exposición- privilegian el aspecto más estético de la guerra, aunque tampoco rehúyen el horror. A modo de contrapunto y por la vinculación con uno de los libros del pensador alemán, la muestra reúne algunas muestras del exitoso libro del pacifista Friedrich El rostro de la guerra mundial. ¡Guerra a la guerra! y que representa los efectos devastadores de la guerra en los rostros desfigurados de los soldados.

Siempre polémico, sobre todo por su participación como oficial del Ejército nazi que ocupó Francia, Jünger se desmarcó del régimen de Hitler y "rechazando ofertas como la de sustituir en la academia alemana a Thomas Mann", recordó Sánchez Durá, que insistió en que lo que le interesa destacar es la importancia de la mirada del pensador y memorialista, una de las personalidades alemanas más destacadas del siglo XX, sobre la fotografía. Y en este sentido, el comisario indicó que las instantáneas de la Primera Guerra Mundial cambiaron "la forma de ver las guerras", además de señalar la oportunidad de la muestra en un momento en que se ha reactivado, sobre todo en Francia, a través de la revista Annales, el debate historiográfico sobre la historia cultural de la guerra del 14.

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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