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Reportaje:EMPRESAS - Coitex, Soc. Coop.Datos de interés

18 mujeres cooperativistas textiles cronometran su tiempo para subsistir Las puntadas las marca el reloj

En verano el calor les asfixia y en invierno se mueren de frío. Nada tiene que ver esta nave en la que trabajan con el gran almacén luminoso en el que se venden las prendas que hacen. Aquí, la angostura y la falta de ventilación les ahoga. Son 18 mujeres trabajando sin descanso, al ritmo que marca el reloj. "No ganamos ni para poner la refrigeración", se lamenta Isabel Durán Bustamante, presidenta de la cooperativa Coitex, de El Pedroso (Sevilla); una empresa dedicada a la confección exclusiva de pantalones de señora y de niño. En este pueblo de la Sierra Norte sevillana, el endémico paro femenino hizo que algunas mujeres agudizaran su ingenio; así surgió Coitex. De este hecho se han cumplido ya 14 años. Y, en todo este tiempo, ningún hombre ha querido unirse a ellas. "No tienen paciencia. Bueno, el mecánico, sí: pero no es cooperativista, lo hemos contratado", aclara la presidenta. En el pueblo se dice que "es un trabajo muy duro, con el que, además, se gana poco".

Tampoco entre las mujeres hay demasiado entusiasmo por formar parte de Coitex. No tienen colas esperando. Al contrario, la mayoría de las jóvenes que trabajan aquí, en cuanto se casan y tienen un hijo, abandonan. "Es demasiado duro atender la familia y trabajar fuera de casa. ¡Esto es muy esclavo!", precisa Isabel.

De las 18 cooperativistas actuales, 17 son solteras. La dedicación al trabajo, sin faltar un solo día, es la única forma de garantizarse un salario, después de pagar los impuestos y los seguros sociales, de 85.000 pesetas al mes. "Y eso que la organización laboral que nos hemos impuesto es muy estricta; aquí no se pierde ni un minuto para fumarse un cigarro", comenta la presidenta de Coitex. La jornada laboral comienza a las 7.30; a las 11 paran media hora para tomar un bocadillo. Y desde las 11.30 hasta las cuatro de la tarde, que salen, ya no habrá tregua. Ya no habrá tiempo tampoco para charlar, ni para discutir, ni para enfadarse...

El sistema de trabajo es complejo. El gran almacén para el que cosen les trae los pantalones cortados: ellas no tienen más que dar puntadas. Cada una está especializada en una tarea, aunque todas hacen de todo. Son 480 minutos reales al día de trabajo. Pero si, por ejemplo, el tiempo estipulado para coser un botón es de cinco segundos y, alguien más rápido emplea sólo tres está ganando dos segundos por botón, lo que al final del día le supondrá más minutos de los realmente trabajados; eso se traducirá en dinero. De esta forma, cada trabajadora cobra por el trabajo que ha hecho realmente. Por eso nadie se esconde; todas, como suele decirse, andan al hilo... Mientras tanto, el cronómetro contabiliza su tiempo. "Pero no nos angustiamos ni molestamos por ello. Nos llevamos bien porque sabemos que si alguien se distrae, o un día no viene, o baja su ritmo de trabajo por lo que sea, no está perjudicando a las demás", dice Durán.

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No obstante, el estrés y los dolores de espalda y de cuello son muy frecuentes. "Ahora estamos tranquilas, porque acabamos de venir de vacaciones, pero dentro de un mes no habrá quien nos aguante", anuncia, sonriendo, Isabel. Ella lleva ocho años al frente de este proyecto para el que tiene grandes planes. De momento han adquirido una nave a las afueras del pueblo. Además, con otras dos cooperativistas de la zona van a crear una marca, Confecciones Sierra Morena, para intentar comercializar directamente las prendas que hacen. Durán está convencida de que "el desahogo económico" será mayor si comercializan ellas directamente los productos. En total serán 80 mujeres las que trabajen en ese proyecto común.

Estan cansadas de trabajar para otros -sólo les pagan 500 pesetas por cada pantalón acabado-. En conjunto recibieron en junio pasado el premio Meridiana que todos los años concede el Instituto Andaluz de la Mujer por aquellas acciones positivas realizadas por mujeres. "No nos dieron dinero, que es lo que necesitamos; pero estamos contentas de que se reconozca el trabajo", señala Isabel.

Son 250 pantalones al día los que hacen; 75.000 al año. Puntadas más que suficientes sin duda como para plantearse nuevos retos. Ahora, con la marca que van a crear, las mujeres de Coitex y sus socias se prometen una vida mejor. No podrán prescindir del cronómetro, eso no; pero al menos los beneficios serán para ellas. Y además van a anunciarse en Internet.

JOAQUÍN MAYORDOMO

DirecciónC) San Isidro Labrador, s/n

El Pedroso (Sevilla) Telf. 954 88 96 61

Empleos

19

Facturación

25 millones

Producción

Confección de pantalones de señora y de niño

La organización laboral es muy rigurosa; aquí no se pierde un minuto, ni para fumarse un cigarrillo

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