El Gobierno navarro sancionará a las farmacias que cobren el precio íntegro de las recetas

La guerra abierta que los farmacéuticos navarros mantienen con el Gobierno de UPN por su pretensión de liberalizar el sector les ha estallado a los ciudadanos de la comunidad foral en plena cara. Los profesionales de farmacia han decidido cobrar el precio íntegro de los medicamentos prescritos por el Servicio Navarro de Salud (SNS) y obligar a los usuarios a exigir después a la Administración foral que les devuelva el importe financiado (100% en el caso de los pensionistas y 40% en los trabajadores activos). El Ejecutivo foral, que considera la amenaza un "chantaje intolerable", está dispuesto a sancionar a los farmacéuticos que lleguen a aplicar la medida.

A mano alzada

Los farmacéuticos no han puesto fecha para poner en marcha semejante medida de presión, que supondría el desembolso diario de unos 38 millones de pesetas por parte de los ciudadanos, convertidos en rehenes del enfrentamiento, pero los canales de comunicación entre ambas partes enfrentadas para alcanzar un consenso que evite el cobro íntegro de los medicamentos parecen cerrados.El consejero de Salud, Santiago Cervera, aseguró ayer en el Parlamento foral que la decisión de los farmacéuticos es ilegal y recalcó que una parte de los profesionales se comporta "al margen de cualquier respeto hacia el derecho básico a la salud de los ciudadanos y al código deontológico de su profesión" y actúan como "vulgares mercaderes". "Lo que más me duele", recalcó Cervera, "es que el propio presidente del Colegio de Farmacéuticos [Juan Carlos González Gavari] sea el primero en usar ese chantaje".

El director general de Salud, Juan Ramón Rabade, ha remitido a todas las oficinas de farmacia de Navarra una resolución urgente en la que requiere a sus titulares que cumplan la ley General de Sanidad y la ley del Medicamento y les advierte de que si no aceptan las recetas como hasta ahora serán sancionados.

Los profesionales basan su decisión en el hecho de que las negociaciones para actualizar el concierto que regula las relaciones económicas de las farmacias con la Administración foral no avanzan y de que ahora mismo no existe un marco de regule el reintegro del dinero que las farmacias adelantan.

Los profesionales adoptaron el polémico acuerdo en una votación asamblearia a mano alzada en la noche del martes en la que participaron 250 personas sobre un total de 308 farmacias existentes en Navarra. Según Cervera, muchos farmacéuticos no están dispuestos a aplicar semejante "despropósito" y fueron conminados a votar a mano alzada tras prohibirse en la asamblea la fórmula de la votación secreta. El consejero añadió que el convenio de pago del Ejecutivo foral a las farmacias del territorio "es el más ventajoso de España", ya que se les abonan las facturas los días 20 de cada mes.González Gavari, mientras, defendió la legalidad del cobro íntegro de los medicamentos al considerar que "ninguna ley dice que el medicamento debe ser financiado por las farmacias".

El concierto vigente, firmado en mayo de 1999, fue denunciado unilateralmente por el Colegio de Farmacéuticos y quedó sin vigencia el pasado 29 de septiembre. Los profesionales adujeron para ello que la entrada en vigor del decreto de medidas liberalizadoras aprobadas por el Gabinete de José María Aznar recorta los márgenes de beneficio del sector y altera las condiciones económicas generales del mismo.

Sin embargo, para Cervera, cuya actitud fue ayer firmemente respaldada por el presidente navarro, Miguel Sanz; por su partido, UPN, y por los grupos de la oposición, el convenio ha sido una simple excusa usada "como chantaje intolerable" para frenar el trámite parlamentario del proyecto de ley foral de Atención Farmacéutica. Esta ley pretende liberalizar el sector en Navarra creando una nueva figura fuertemente denostada por los profesionales asentados: la farmacia concertada.

Cervera compareció a petición propia ante el Parlamento. Distribuyó abundante documentación a los grupos y aseguró que los farmacéuticos no han querido actualizar el convenio denunciado, se han negado a concretar sus reivindicaciones para avanzar en la negociación y han intentado, en definitiva, usar el concierto para condicionar la ley. Cervera recordó que los responsables del Colegio de Farmacéuticos le aseguraron en una de las reuniones mantenidas: "Si arreglamos lo de la ley, el concierto se resuelve en una hora". Manifestó además a los grupos parlamentarios que el Colegio de Farmacéuticos ha usado "técnicas sectarias" para condicionar la postura de sus asociados y no ha ocultado en sus asambleas internas que están "en guerra" con el Gobierno foral y que "en toda guerra hay rehenes", que en este caso pueden llegar a ser los usuarios del Servicio Navarro de Salud.