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La UE endurece la normativa para luchar contra la contaminación por ozono

El límite que obliga a alertar a la población de riesgos para la salud se rebaja un 33%

La Unión Europea (UE) tendrá normas más estrictas para luchar contra las altas concentraciones de ozono que se producen, sobre todo, en la periferia de las grandes ciudades durante el verano. Este gas se genera en la corteza terrestre por la reacción fotoquímica derivada de la combinación de la radiación solar y ciertos gases, en gran medida procedentes de los tubos de escape automovilísticos. La UE ha rebajado (de 360 a 240 microgramos por metro cúbico) el nivel de concentración de ozono que obliga a alertar de la existencia de riesgos para la salud.

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Los ministros de Medio Ambiente de la UE aprobaron ayer en Luxemburgo una propuesta de directiva para reforzar los sistemas de control y de alerta ante la contaminación del aire por las concentración de ozono. El Parlamento Europeo deberá pronunciarse sobre la iniciativa. Los Quince reiteraron también su compromiso para actuar contra el cambio climático y limitar las emisiones de gases de efecto invernadero, de acuerdo con el protocolo de Kioto.La propuesta de directiva establece por primera vez un valor objetivo de concentración de ozono para garantizar la protección de la salud humana y la calidad del aire en 120 microgramos por metro cúbico para el año 2010. Esa cantidad no podrá superarse más de 25 días al año durante un periodo de ocho horas. También fija un valor para la protección de la vegetación de 18.000 microgramos por metro cúbico de media durante cinco años.

"La contaminación por ozono es un problema que preocupa cada vez más a la sociedad española por sus efectos nocivos en la salud. Por eso es importante que se establezca un objetivo de obligatorio cumplimiento para todos los países de la UE", aseguró el ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas. Otro cambio respecto a la normativa actual se refiere a los requisitos básicos de información que deberán facilitarse a la población cuando se rebasen los límites fijados.

Las autoridades de los Estados miembros están obligadas en la actualidad a informar a la población cuando se supere una concentración de 180 microgramos por metro cúbico durante un periodo de una hora, umbral que no varía en la nueva directiva. Sin embargo, sí se ha reducido la tolerancia para poner en marcha el llamado umbral de alerta, por encima del cual se considera que existen riesgos para la salud humana en caso de exposición corta. Antes estaba fijado en 360 microgramos por metro cúbico. La nueva directiva lo rebaja a 240 durante el mismo periodo de una hora.

En el momento en el que se activen las alarmas por superación de los umbrales, las autoridades deberán informar "cuanto antes" del tipo de umbral superado, la hora en la que se produjo, la duración y la concentración media por hora. También se deberá hacer una previsión del área geográfica donde se espera una superación del umbral y su posible evolución. Además, se tendrá que informar sobre las precauciones que deben tomarse y respecto a la población de riesgo -sobre todo niños, mayores y personas con problemas respiratorios-. Las altas concentraciones de ozono provocan dificultades respiratorias y picor en los ojos y la garganta.

La directiva obliga a los Estados miembros a instalar un número mínimo de estaciones fijas para medir la concentración de ozono, que va de una estación de muestreo para las aglomeraciones urbanas y suburbanas con menos de 500.000 habitantes hasta cinco medidores para las ciudades con más de 3,75 millones de habitantes. España cuenta ahora con 280 estaciones. "Superamos con creces a todos los países de la UE", dijo Matas.

La UE cuenta con pocos datos científicos para evaluar a fondo el problema. Los países del sur son los más afectados por las concentraciones de ozono, debido a la alta insolación que reciben en verano. La directiva se revisará en 2004.

También ayer, los ministros de Medio Ambiente de la UE mantuvieron un debate sobre la propuesta de directiva para reducir la contaminación acústica. Todos los ministros están de acuerdo en que se adopten medidas comunitarias para combatir el ruido. Pero los países del sur insistieron en la necesidad de que las normas futuras se ajusten a la cultura y las tradiciones de cada Estado miembro. "El ruido es distinto en el norte y en el sur de Europa, por eso tenemos que introducir criterios diferenciados", afirmó durante el debate el ministro griego de Medio Ambiente, Ilias Efthymopoulos. La presidencia francesa quiere evaluar y comparar los niveles de ruido para intentar frenar este tipo de contaminación.

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