"El cerebro es el órgano humano que menos envejece"
Pregunta. Usted se interesa desde hace casi 20 años por los secretos de la longevidad humana, en especial, a través de un amplio estudio realizado en casi un millar de franceses de más de 100 años, llevado a cabo en el marco de la Fundación Ipsen. ¿Ha logrado sacar conclusiones sobre las razones que hacen que algunas personas vivan mucho más tiempo que otras?Respuesta. Por desgracia, en este ámbito seguimos en la fase de las hipótesis. Ciertamente, se trata de una de las cuestiones más complejas planteadas por la biología humana. Mientras que resulta fácil comprender y descubrir las razones, las bases moleculares y las consecuencias de una patología, el estudio de la longevidad humana plantea problemas de otro orden. Para vivir 100, 110 ó 120 años, es necesario reunir un conjunto de factores. Es necesario que, biológicamente, todo funcione a la perfección, sin que tampoco pueda excluirse, hacia el final de la existencia, una parte de azar. Hoy, en los países industrializados, el 90% de las personas alcanza y supera los 75 años. Es una verdadera revolución. En la práctica, aquellos que logran superar el siglo se desmarcan de sus semejantes en el momento en que la mortalidad es más fuerte, hacia los 80 ó 90 años. La cuestión principal es saber si esa referencia se debe al comportamiento de los futuros centenarios a partir de los 90 años o al modo en que vivieron desde su más tierna edad.
P. Por lo tanto, ¿no ha podido discernir criterios que permitan prever una esperanza de vida mayor que la normal?
R. No del todo. He conocido a muchísimas personas mayores de 100 años y una de las enseñanzas más sorprendentes que he podido extraer es que su cuerpo sufre numerosas deficiencias e insuficiencias, mientras que su cerebro, en definitiva, no funciona tan mal. En el plano físico, los centenarios en mejores condiciones no podrían rivalizar con el peor de los sexagenarios. Hemos podido observar que salvo en el caso de una patología neurodegenerativa, el cerebro es, de todos los órganos humanos, el que mejor resiste al envejecimiento. Es cierto que más allá de esta cronorresistencia cerebral, disponemos de algunas pistas psicológicas sorprendentes.
P. ¿Cuáles?
R. Diferentes estudios suecos, estadounidenses o alemanes concluyen que las personas mayores de 100 años tienen un perfil psicológico de tipo un poco particular que se caracteriza, en especial, por una cierta capacidad de resistir a los choques físicos y psicológicos y una clara confianza en sí mismos.
