Bruselas afirma que el voto negativo no afectará a la credibilidad de la divisa europea

"El euro no se verá afectado por la decisión danesa. Sus fundamentos son mejores que nunca", afirmó anoche el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi. No habrá especulaciones contra el euro "ni hoy ni mañana", corroboró el comisario de Asuntos Monetarios, Pedro Solbes. La Comisión encajó con serenidad la derrota del euro en Dinamarca y quiso lanzar un mensaje de tranquilidad. "La Unión Europea seguirá adelante", concluyó Prodi. Los ministros de finanzas del euro mostraron su "respeto" por el resultado de la consulta en Dinamarca aunque lo "deploran".

También los expertos creen que el rechazo de Dinamarca al euro no es en sí mismo relevante para la fortaleza de la moneda desde el punto de vista meramente técnico. Los mercados ya han descontado un voto negativo desde hace dos semanas y el firme apoyo del Grupo de los Siete (G-7) y la intervención del Banco Central Europeo, la Reserva Federal y Japón en defensa del euro le han puesto, aparentemente, al abrigo de grandes vaivenes."La Unión Económica y Monetaria es una realidad y un gran proyecto para una integración europea en crecimiento fuerte y para la creación de empleo", sostienen los ministros de la zona euro en una nota hecha pública anoche. Pedro Solbes también descartó que vaya a haber turbulencias contra la corona danesa: "El primer ministro danés ha confirmado que seguirá en el mecanismo de cambios del Sistema Monetario Europeo y por lo tanto podrá seguir contando con la ayuda del Banco Central Europeo", aclaró.

Las consecuencias de este segundo no danés serán, sobre todo, políticas. Supone un espaldarazo a los euroescépticos británicos y suecos en su empeño por mantenerse fuera de la moneda única europea. Y es también un argumento de fuerza para los defensores de facilitar una Europa a dos velocidades al poner en evidencia la rémora que puede suponer para los países más integracionistas la obligación de soportar constantemente el freno de aquellos que tienen más reticencias a la integración política.

Así lo reconoció anoche el ministro danés de Finanzas, Mogens Lykketoft, y lo subrayó Romano Prodi, ardiente defensor de facilitar las llamadas cooperaciones reforzadas en la reforma del Tratado de Ámsterdam.

Los daneses han optado por seguir manteniendo todas las desventajas de no pertenecer al euro y ninguna de sus ventajas. Su política monetaria y económica seguirá condicionada por la divisa europea pero su economía no podrá disfrutar de la desaparición del riesgo de cambio ni sus ciudadanos podrán viajar con la comodidad de no cambiar de moneda. "Mejor para nosotros", afirmaba anoche un funcionario finlandés, porque "sin Dinamarca ni Suecia en el euro, Finlandia es la plaza mejor colocada para atraer inversión en el norte de Europa", explicaba.