"La gente habla muy mal, y cuando habla bien no se le entiende"
Ya está en la calle el Diccionario Coll del Siglo XXI (Planeta), la segunda incursión de José Luis Coll en el proceloso mundo de la lexicografía anarquista. La primera, todo un clásico, se publicó hace 25 años justos, lo que demuestra que la afición collera por los juegos de palabras es más bien una vocación vital. Con prólogo del ilustre filólogo y académico Manuel Seco, el diccionario es un recorrido ingenioso, irreverente y surrealista a través de cientos de palabras reales, palabros imposibles, vocablos rotos, otros invertidos, algunos operados, y definiciones vertebradas e invertebradas. Así, por ejemplo:
Antilope. Partidario de Calderón.
Aries. Si son muy fuertes, huracán.
Autosia. Averiguar por qué se ha estropeado el coche.
Badajoz. Eso que le cuelga a la campanaz.
Banquero. Dícese del que guarda tu dinero con intención de quedárselo.
Barniza. Establecimiento de bebidas en la Costa Azul.
Benito. Sea Dios y por siempre alabado.
Buda. Que no bronuncia balabra.
Calleja. Calle pequeña que tenía mucho cuento.
Camilo José Cela. Nobelista.
Drogotá. Capital de Colombia.
Galaxias. De nada.
Lamida breve. Obra literario-musical, de Falla, que relata el caso de Monica Lewinsky y Clinton.
Mefistofálico. De pene diabólico.
Mascarilla. La que cuesta un poco más que las otras.
Respuesta. Vaca colocada.
Rosas. Te acercas mucho.
Veteurinario. Médico de animales en el que se puede uno mear tranquilamente.
Vencina. Mujer que vive cerca de casa y que sirve para que funcionen los coches y los mecheros.
Vendecir. Mercadear con la oratoria.
Pregunta. O sea que lleva usted por lo menos 25 años jugando con las palabras.
Respuesta. ¿Y con quién voy a jugar mejor?
P. ¿Y han cambiado mucho en este tiempo?
R. Poco. Como la vida, las costumbres y las personas, que cambian, sobre todo, de ropa y de billetes. Aunque de billetes yo he cambiado con menos frecuencia de la que quisiera.
P. ¿Le gustaba jugar ya con ellas de pequeño?
R. Yo de pequeño lo he hecho todo, y todo lo que he hecho lo he hecho de pequeño.
P. Se ha buscado un prologuista de mucho fuste.
R. El más importante de España. Seco es un genio, un filólogo de una talla inconmensurable. Es un honor y un orgullo.
P. Con tanto diccionario, le van a tener que meter en la Academia.
R. Me gustaría entrar, para que escarmienten mis compañeros.
P. ¿Cuáles?
R. Los de la Academia.
P. ¿En el libro hay muchos términos femeninos?
R. Hay femeninos, masculinos e incluso neutros.
P. ¿Y deportivos?
R. También, pero ganando menos que los futbolistas.
P. ¿Y de póker?
R. Llevo full.
P. ¿Cómo definiría la obra?
R. Es un diccionario político, sexual, amistoso, generoso, agradecido. Y además es gracioso. No porque lo diga yo, sino porque a lo mejor lo dice alguien.
P. ¿Y qué tal habla la gente en este país?
R. La gente habla muy mal, y cuando habla bien no se le entiende nada.
P. ¿Cree que habría que recomendar el libro a los estudiantes extranjeros de español?
R. Sí, para que se vuelvan. Y no soy xenófobo, ya me gustaría.
P. ¿De qué está más orgulloso?
R. De mi mujer.
P. No, si me refería al libro.
R. Ah. No me acuerdo. ¿Alguien tiene un libro por ahí?
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