Barcelona conmemora el 25º aniversario del fusilamiento de Txiki
Cinco condenados
El Ayuntamiento de Barcelona recordó ayer la última ejecución del régimen franquista en la provincia. Juan Paredes Manot, Txiki, cayó bajo las balas de un pelotón militar después de haber sido condenado a muerte por un consejo de guerra. El Ayuntamiento aprovechó la conmemoración para reclamar la abolición de la pena de muerte en el mundo. Juan Paredes Manot, militante de ETA, fue fusilado hace 25 años en el cementerio de Cerdanyola del Vallès.Magda Oranich, concejal de Convergència i Unió (CiU) en el Ayuntamiento de Barcelona y en aquella época abogada de Txiki junto con el letrado Marc Palmés, recordó ayer "el horror de aquella ejecución", tras un juicio militar sumarísimo contra Juan Paredes "sin ninguna garantía jurídica, con un plazo de la defensa que empezaba a las doce de la noche y acababa a las cuatro de la madrugada siguiente, y con un plazo de recurso de la condena a muerte de dos horas".
Oranich se felicitó de que en España esté abolida la pena de muerte y abogó por que esta medida se extienda internacionalmente, "a pesar de los actos violentos que vivimos estos días", indicó refiriéndose al terrorismo. El acto, organizado por la Concejalía de Derechos Civiles en el Saló de Cent del Ayuntamiento de Barcelona, dentro de la Campaña Internacional Moratoria 2000, contó con la presencia de Mikel Paredes, hermano de Txiki; Manuel Pérez, presidente de Amnistía Internacional en España, y Joan Gomis, presidente de la asociación Justícia i Pau, entre otros.
Junto con Juan Paredes Manot fueron condenadas a muerte y fusiladas las siguientes personas: el militante de ETA Ángel Otaegui y tres miembros del Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP): José Humberto Baena, José Luis Sánchez-Bravo y Ramón García Sanz.De nada sirvieron las peticiones para que se conmutaran las penas de muerte cursadas por el propio Vaticano. Pablo VI hizo una gestión personal para conseguir el indulto, pero Franco ni siquiera quiso ponerse al teléfono. A los miembros del FRAP se les acusó del atentado que costó la vida al policía armado Lucio Rodríguez Marín, en Madrid, en julio de 1975, y del que sufrió el teniente de la guardia civil Antonio Pose el 16 de agosto de ese año. Los dos militantes de ETA fusilados estaban acusados de la muerte del cabo primero de la Guardia Civil Gregorio Posadas Zurón, en la población guipuzcoana de Azpeitia (julio de 1974), y del cabo primero de la policía armada Ovidio Díaz, fallecido en un tiroteo tras el atraco que un comando etarra efectuó en una oficina del Banco de Santander del barrio de Sant Andreu de Barcelona.
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