Un barco con cerca de 600 inmigrantes ilegales encalla en la costa italiana

Cerca de 600 inmigrantes clandestinos (kurdos, turcos iraquíes y afganos) fueron desembarcados ayer en Calabria (suroeste de Italia), cuando no se han apagado aún los ecos de la polémica desatada por el cardenal Giacomo Biffi, sobre los riesgos de aceptar inmigrantes islámicos en el país. Fuerzas de la policía marítima y de los Carabinieri recogieron de la nave Nilderya, embarrancada a unas decenas de metros de una playa cercana al puerto de Crotone, a la mayor parte de las 527 personas que transportaba clandestinamente. A bordo de la Nilderya, una destartalada embarcación procedente de un puerto turco, viajaban sobre todo hombres, junto a 52 mujeres y un centenar de niños. La mayoría se encontraba en buenas condiciones de salud pese a la precariedad de la forma de transporte, y tras un viaje de seis días de duración, con escasas provisiones. La tripulación de la Nilderya huyó y el barco quedó a la deriva, hasta terminar encallando en un banco de arena a unos veinte metros de las playas de San Leonardo y Steccato di Cutro, cerca de Crotone. Algunos de los inmigrantes saltaron al agua aterrados y fueron detenidos ayer por la policía italiana, que les encontró vagando por la carretera. El resto de los clandestinos fue conducido a tierra en lanchas neumáticas.

La totalidad de los viajeros quedó internada en el campo de acogida de Santa Ana, en donde se encuentran ya otros 800 huéspedes procedentes de desembarcos anteriores.

Voluntarios de la Cruz Roja y empleados de los hospitales de Crotone y Catanzaro, las dos ciudades más próximas al lugar del desembarco, se ocupan de atender a los recién llegados, cuatro de los cuales fueron detenidos por la policía, que intenta identificar a los miembros de la tripulación.

Con el de ayer son 17 los desembarcos ilegales que se han producido, sólo en la costa de Calabria, desde principios de año, contabilizando un total de 5.000 personas sin papeles, ansiosas todas de encontrar en Europa una vida mejor.

El porcentaje de inmigrantes legales e ilegales que llegan a Italia de zonas geográficas de mayoría islámica se ha elevado en los últimos años, hasta el punto de que un tercio de los que residen regularmente en Italia es de religión musulmana. El cardenal de Bolonia, Biffi, manifestó hace unos días su preocupación por este hecho desatando una furiosa polémica. Aun así, las palabras de Biffi obtuvieron la aprobación de algunos sectores del Vaticano (el cardenal Angelo Sodano), de la política (Umberto Bossi, líder de la Liga Norte) y de la sociedad italiana.