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El techno y la electrónica se adueñaron de la estación de Francia

La noche del sábado siguió en la estación de Francia, abarrotada de un público que acudió a ella una vez concluida la música en los demás escenarios. Parece claro que éste sólo funciona de verdad bien entrada la noche, cuando el techno y la electrónica se hacen dueños de la situación. Y con el cuerpo aún caliente tras la actuación de Peret, el house sensualote de los franceses Superfunk se encargó de rematar al personal. Sin llegar a ser nada del otro mundo, la bien entendida comercialidad del dúo galo deparó un concierto redondo marcado por melodías inspiradas en Chicago. Esas melodías soul y los bajos retumbantes marcaron la pauta a través de la garganta del vocalista, un negrazo orondo de mucho cuidado. Estupendos. Los Hammond Inferno cerraron el cartel y ya sólo quedó hacer colas en el metro para volver a casa. Por cierto, no estaría de más que el metro ampliase sus horarios en fiestas, aunque sólo sea para demostrar que el transporte público es una opción razonable. Quien tenga dudas debería de haber estado a las seis de la mañana en la estación de Atarazanas, colapsada por un auténtico hervidero de gente que hacía cola cuando lo único que les mantenía en pie era el deseo de llegar a casa. En fin, en algunas cosas Europa sigue quedando lejos.

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