Crecimiento progresivo en un sector de alto riesgo

JUAN LUIS FEDERÍO La construcción ha tenido durante los últimos cinco años un crecimiento progresivo. Este año, el ritmo de crecimiento es equivalente al de años anteriores, aunque la cartera en las empresas ha disminuido, lo que nos hace pensar en un crecimiento menor en 2001.

Esta situación ha redundado en un mejor equipamiento de las empresas, haciéndose más estables para poder ser más competitivas y estar preparadas para momentos más difíciles.

Dentro de este periodo, varias empresas han conseguido el certificado de calidad y sobre todo, en los últimos años, cuando las empresas han contado con el apoyo del Departamento de Vivienda y con el programa Eraikal.

Pero en el sector no son todo alegrías ya que seguimos no siendo capaces de disminuir la siniestralidad laboral lo que hace que seamos un sector de alto riesgo. Muchas y muy dispares son las opiniones dependiendo de quién las diga entre patronal y sindicatos, pero el análisis de muchos accidentes permite asegurar que la falta de cultura de la prevención es la causa básica, complementada con un trabajo cambiante continuamente.

El sector padece de un déficit de trabajadores cualificados, lo que origina un encarecimiento de la mano de obra y un incumplimiento de plazos o el ofertar obras con un mayor plazo. El encarecimiento de los productos de construcción ha sido continuado en estos últimos años en un primer momento por no tener una oferta suficiente para la demanda existente. En los últimos años, las subidas de precios de las diversas energías, donde el gasóleo tiene su máximo exponente, han originado que productos como el asfalto hayan multiplicado su precio por dos. En 1998 el crecimiento de precios fue del 0,1%, en 1999 fue del 1,9% y este año 2000 se aproxima al 3,5%.

En los últimos tiempos al sector le han afectado nuevas leyes, algunas como la LOE (Ley de Ordenación de la Edificación) que hace que los intervinientes en las obras, sobre todo la edificación, tengan que cambiar algunas costumbres, debido a la obligación que tiene el promotor de viviendas de contratar un seguro previo al inicio de las obras, seguro que garantizará el nuevo edificio durante 10 años en lo referente a su estabilidad.

Como hemos comentado anteriormente, el número de empresas que se ha preparado para ser competitivas ha crecido y este crecimiento ha sido más fuerte que el que ha tenido el volumen de obra, lo que permite que haya una mayor concurrencia a las licitaciones públicas y que muchas empresas se quejen del sistema poco claro que utilizan algunas instituciones en la adjudicación de las obras, ya que están aplicando demasiados condicionantes subjetivos totalmente dirigidos.

Juan Luis Federío es gerente de Ascovi.