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La fórmula de financiación privada de la autovía a Estella levanta ampollas en Navarra

El Partido Socialista de Navarra (PSN-PSOE) rechaza rotundamente la pretensión del Gobierno de UPN de dejar en manos privadas la construcción de la autovía entre Pamplona y Estella para financiar después el coste mediante el llamado peaje en la sombra. La fórmula financiera de esta nueva infraestructura amenaza con convertirse en un nuevo polo del enfrentamiento político que mantienen socialistas y regionalistas en Navarra.

La pugna de la A-15

Sin los socialistas, el Gobierno de Miguel Sanz no podrá desarrollar su idea, consistente en adjudicar la construcción y gestión durante 30 años de la autovía que unirá la capital navarra con Estella a una empresa privada que asumiría íntegramente el coste del proyecto. Se trata de un tramo de 34 kilómetros que el Estado deberá después prolongar hasta Logroño, para lo cual tiene una previsión de 60.000 millones en el Plan Director Nacional de Carreteras.El hecho es que los estudios técnicos y económico-financieros del Ejecutivo de UPN cifran el coste global de la construcción en 29.100 millones de pesetas. No obstante, UPN propone pagar la infraestructura mediante el abono durante treinta años (del 2005 al 2034) de una tasa por vehículo de paso, lo que se denomina peaje en la sombra, ya que no es el usuario el que paga la carretera, sino que es el Gobierno el que lo hace por él.

La cuestión levanta ampollas porque, en primer lugar, la cantidad total que se pagaría a la empresa privada adjudicataria al cabo de las treinta anualidades de peaje en la sombra ascendería a 121.000 millones de pesetas. El secretario general del PSN-PSOE, Juan José Lizarbe, consideró ayer absurdo que, por no adelantar ahora unas unas inversiones de 29.100 millones, "los navarros tendríamos que endeudarnos en 122.000 millones de pesetas", es decir, cinco veces más que el coste actual de las obras.

Otra de las cuestiones que ha levantado polémica respecto del plan de UPN es su propuesta de que el dinero para pagar a la empresa concesionaria salga de los futuros peajes de la Autopista de Navarra (A-15), cuyo 50% va a parar a la Hacienda Foral, ya que Navarra posee la mitad de las acciones de la empresa pública que gestiona la autopista.Todos los partidos de la oposición llevan más de un año luchando por liberalizar el tránsito por la A-15. La opción de UPN se convierte así en un compromiso que impediría ejecutar la decisión mayoritaria del Parlamento foral. De paso, garantizaría de paso con ingresos ajenos a los presupuestos de Navarra una clara rentabilidad económica, durante los próximos treinta años, a la empresa que se adjudique el concurso de construcción de la carretera.

De momento, los consejeros de Transportes y Economía de UPN, José Ignacio Palacios y Francisco Iribarren, reunieron ayer en el Ayuntamiento de Estella a los alcaldes de 39 municipios afectados por el proyecto e intentaron convencerles de que la fórmula de financiación gubernamental es la más adecuada para acelerar la construcción de la autovía.

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Los consejeros aseguraron a los alcaldes que el eje viario prioritario de cuantos están en proyecto en Navarra es el que unirá Pamplona con Logroño a través de Estella. Francisco Iribarren explicó que cuando Navarra construyó las autovías del Norte (Irurtzun- Andoain) y de la Barranca (Irurtzun- Alsasua) se recurrió al endeudamiento público, pero añadió que en estos momentos y debido a las directrices del Tratado de Maastricht, no es posible acudir al endeudamiento porque hay que cumplir los compromisos de convergencia económica. Según la opinión del consejero de Economía, la fórmula para agilizar la realización del proyecto debe ser extrapresupuestaria.

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