Las movilizaciones por la subida del gasóleo llegan a Euskadi, pero sin cortes de carretera

Las asociaciones de agricultores del País Vasco y Navarra se sumarán el próximo martes a las movilizaciones convocadas a nivel nacional por las grandes organizaciones agrarias para protestar por la subida del precio del gasóleo, un carburante indispensable para su trabajo. Los agricultores recurrirán a las tractoradas y concentraciones en Vitoria, Pamplona y a la entrada de la refinería que la empresa Petronor tiene en Muskiz. De momento, los agricultores no radicalizarán su protesta con cortes de carretera o bloqueos en las ciudades como ocurre en otros países europeos.

Crisis del sector

Sin embargo, ya han anunciado que la queja del martes es "la primera llamada de atención". Si las negocaciones que mantienen con el Gobierno central no prosperan, las movilizaciones proseguirán durante todo el otoño y de forma más contundente que las planteadas para el próximo martes, según resaltó ayer el secretario de la Unión de Agricultores Alaveses (UAGA), Eduardo Aguinaco. La ASAJA y COAG -que representan al 90% del campo español y donde se engloban las agrupaciones vascas- inician hoy las protestas en Segovia, ciudad en la que se reúnen el presidente José María Aznar con el canciller alemán Gerhard Schroeder. Junto a los agricultores, los otros gremios más afectados son los transportistas y los taxistas. Las principales asociaciones del transporte por carretera de Euskadi están agrupadas dentro de la organización Conetrans, que ha amenazado con realizar paros los días 2, 3 y 4 de octubre, si el Ejecutivo central no atiende sus peticiones. Por su parte, la federación vasca de taxistas se reunirá el lunes con la patronal estatal para consensuar las actuaciones a seguir.

Las movilizaciones de los agricultores vascos para el 19 de septiembre se producirán en Pamplona, con una manifestación que incluirá tractores y que recorrerá las principales calles de la ciudad; en Vitoria los agricultores se concentrarán frente a la Delegación del Gobierno en Euskadi, a pocos metros de Ajuria Enea, la residencia del lehendakari, y en Vizcaya acudirán a la entrada de la refinería que Petronor tiene en Muskiz.Según EHNE, que agrupa a la mayoría de los agricultores de la comunidad autónoma, las medidas barajadas por Madrid para paliar el alza del carburante son "muy insuficientes" y poco efectivas para solucionar la "grave" crisis que atraviesa el sector agrario. Así, entre sus reivindicaciones figuran la exención del impuesto especial de hidrocarburos; la puesta en marcha de un gasóleo profesional, con un tope en sus precios máximos; medidas fiscales para los agricultores y ganaderos profesionales, como el incremento del 5 al 7% del IVA compensatorio para los productos del campo; facilitar la comercialización de carburante a las cooperativas agrícolas y ejercer un mayor control a las empresas suministradoras.

El representante de EHNE, Nacho Larrainzar expuso ayer que los agricultores han exigido al Gobierno un precio de 40 pesetas por litro de gasóleo para uso agrario. "Se trata de un precio suficiente si se tiene en cuenta que más del 60% del precio del gasóleo corresponde a impuestos". En marzo del año pasado, los agricultores pagaban por el gasóleo agrícola 40,14 pesetas. Durante esta semana el precio de un litro de este producto, indispensable en las explotaciones agrarias, cuesta 82,28 pesetas. Es decir, en año y medio el carburante ha duplicado su precio.

Si la situación no varía, EHNE ha calculado que las pérdidas para los agricultores derivadas de la subida del precio del gasóleo pueden rondar los 3.000 millones de pesetas en Vizcaya, Álava y Guipúzcoa. El territorio alavés es el que sale peor parado, dado que la superficie dedicada a los cultivos es mucho mayor que en las otras dos provincias. La mitad de esos 3.000 millones corresponderían a pérdidas de agricultores alaveses. Según la UAGA, aunque la subida del carburante afecta a todos los consumidores de modo considerable, la situación del sector agrario es "agónica", puesto que no puede repercutir el incremento del precio de estas materias primas en sus productos. "De continuar así las cosas desaparecerán un buen número de explotaciones", advirtieron los responsables de la UAGA, quienes reclamaron soluciones inmediatas: "Ya no bastan las buenas palabras ni las interminables negociaciones. La paciencia se agota y el sector está dispuesto a paralizar el campo y salir a la calle de forma contundente".