Santiago resume en una muestra la representación artística de Dios

Santiago presentó ayer una de las principales iniciativas del programa de la capitalidad europea de la cultura, que tras los festivales del verano ha entrado en su tramo final. La exposición Los rostros de Dios, inaugurada en el monasterio de San Martiño Pinario, es un tributo a la tradición espiritual de la ciudad, aunque ahora reinterpretada desde un punto de vista ecuménico. La muestra ilustra, con 185 piezas artísticas y documentos, las distintas imágenes con que el hombre ha representado a Dios a largo de la historia y la geografía del mundo, desde Oceanía hasta África, de las sutiles religiones asiáticas a los tres grandes edificios monoteístas erigidos a partir de la Biblia.

La muestra culmina un trabajo que emprendió hace un año un comité de especialistas en Filosofía de las Religiones, Historia de las Religiones e Historia del Arte, coordinados por José María Díaz, canónigo de la catedral de Santiago y comisario de la muestra.

La cuestión que se proponía -resumir las distintas formas en que el hombre se ha imaginado la representación física de Dios- era demasiado amplia y corría el riesgo de acabar convirtiéndose, según los organizadores, en una "exhibición enciclopédica". De ahí que prefiriesen una selección "ceñida a algunas imágenes, signos y símbolos llegados desde áreas bien distantes y reunidos en una secuencia lúcida".

Entre las obras escogidas figuran el Cristo crucificado de Zurbarán y la Santa Faz de El Greco. Para buscar piezas de origen más lejano, se ha recurrido a museos como el Louvre y los de Bagdad, que han enviado réplicas por temor a su confiscación por las sanciones contra Irak.