El PSE propone la gratuidad de los libros de texto de todos los niveles educativos según la renta de los ciudadanos

Libros inservibles

Durante el mes de septiembre, los padres se ven obligados a afrontar su particular cuesta de enero. El regreso al colegio de sus hijos les supone a menudo unos desembolsos capaces de desequilibrar la economía doméstica. Las familias se gastan en los libros de texto una media de 25.000 pesetas por cada niño. El PSE ha presentado una proposición no de ley en el Parlamento vasco instando al Gobierno a impulsar un programa de gratuidad progresiva de los libros de texto en función del nivel de renta de los ciudadanos. La proposición será debatida en cuanto se reanude el curso parlamento, lo que ocurrirá unos días después del debate de Política General, previsto para el próximo 22 de septiembre. La responsable de temas educativos del grupo parlamentario socialista, Isabel Celaá, expone en su propuesta que los desembolsos en la adquisición de libros es un "problema" que se ve agravado por la renovación y encarecimiento constantes del material pedagógico que, año tras año, las editoriales ofrecen a la comunidad escolar y que, en muchas economías familiares, podría llegar a relativizar "de forma importante su derecho a la gratuidad de la enseñanza".

En su proposición, el PSE precisa que el programa de gratuidad progresiva tendrá su plasmación en la correspondiente deducción en el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y será extensivo a los libros de texto de todos los niveles educativos, incluida la universidad. Las personas exentas de la obligación de presentar la declaración de renta por no llegar al mínimo exigible podrán obtener los mismos beneficios y en consecuencia, el reintegro del precio de los libros en función de determinadas escalas confeccionadas a tal propósito, previa presentación de las facturas de los mismos en las haciendas forales. Los socialistas pretenden que su proyecto sea aprobado por el Parlamento en el plazo de seis meses a partir del debate.

La compra de libros, algo que resulta imprescindible para los escolares, puede variar según la etapa de enseñanza que vayan a cursar (primaria o secundaria). La posibilidad de reutilizar los libros de un año a otro, es decir que los libros empleados por el hermano mayor le sirvan al siguiente, es prácticamente imposible. Algunos libros se plantean como manuales o cuadernos de trabajo con ejercicios con lo que al rellenarlos la primera vez quedan inservibles para más usos.Las grandes superficies comerciales están ofreciendo descuentos de hasta el 25% tras aprobar en junio pasado el Gobierno central la liberalización del sector a partir de la tarifa de salida de las editoriales. La medida ha generado malestar entre los libreros especializados que consideran que la liberalización abocará al cierre a muchos negocios situados en poblaciones con menos de 50.000 habitantes, que no pueden competir en condiciones de igualdad con los 'híper'.