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El Ayuntamiento estudia trasladar el mercado de los colombianos a la Casa de Campo

La Concejalía de Servicios Sociales ve "inviable" legalizar la venta ambulante en el parque

El Ayuntamiento de Madrid estudia la posibilidad de trasladar a algún lugar de la Casa de Campo el improvisado mercadillo que un colectivo de inmigrantes colombianos organiza los domingos en el distrito de Usera, cerca del hospital Doce de Octubre. El Consistorio cree, sin embargo, que es "inviable" que los vendedores ambulantes que allí se reúnen puedan ejercer esta actividad, pues las ordenanzas municipales lo prohíben. "Tendrían que incorporarse a los mercadillos que ya existen", señala la concejal de Servicios Sociales, Beatriz Elorriaga.

Intervención respetuosa

El Ayuntamiento de Madrid ha elaborado un informe, con la asesoría de la Universidad Autónoma, para conocer en detalle el funcionamiento de este mercadillo, así como el que organizan los ecuatorianos en el parque del Oeste y los peruanos en la chopera del Retiro. "De ello hemos concluido que básicamente son puntos de encuentro con sus compatriotas, porque no tienen otro sitio donde hacerlo", dice la concejal de Servicios Sociales, Beatriz Elorriaga.Al incrementarse el fenómeno de la inmigración en Madrid, ha crecido el número de personas que se reúnen en esos parques, lo que, según la concejal, ha generado múltiples protestas de los vecinos por problemas de ruido y de contaminacíón. "Ésta es una situación que no tiene fácil arreglo; por eso queremos implicar a las concejalías de Medio Ambiente, Policía y Servicios Sociales en su solución".

Así las cosas, y después del estudio elaborado, la idea que el Ayuntamiento baraja es trasladar el mercadillo a la Casa de Campo, en un lugar que estuviera bien comunicado y en el que no se viera afectado el medio ambiente. Ese lugar no se ha definido aún. En un principio, la opción era encontrar un espacio en el que se pudieran reunir los tres colectivos, pero ellos mismos han preferido que se haga por separado. De momento, las conversaciones avanzan con el colectivo de colombianos.

En lo que el Ayuntamiento no está dispuesto a ceder es en la regularización de la venta ambulante que se ejerce en esos lugares, por lo que ello supone. "Sobre todo en temas de comida, no se puede ceder de ninguna forma. Ellos tienen que entender que la manipulación de alimentos tiene muchos riesgos", explica Elorriaga.

Si aceptan su traslado a la Casa de Campo, según la concejal, deben renunciar a la venta de productos alimenticios. "Queremos que eso se maneje más desde el punto de vista cultural, de encuentro y de integración". Y agrega: "Los vendedores tendrían que integrarse en los mercadillos que ya existen en Madrid".

El colectivo de colombianos que ejerce la venta en el parque, la Asociación de Colombianos en Madrid (Acoma), rechaza de momento la propuesta de Servicios Sociales. El presidente de la Asociación, Pedro Pablo Arias, reconoce que en un momento su colectivo propuso esa opción, pero recibió un no por respuesta del Patronato Municipal de la Casa de Campo. "Además, casi todos los que vamos al parque vivimos en Usera, así que nos resulta más fácil trasladarnos. Ir hasta la Casa de Campo es más complicado".

En cuanto a la posibilidad de que los vendedores se integren a los mercadillos que ya existen en Madrid, Pedro Pablo Arias también rechaza esa opción. "Nosotros no podemos adherirnos a unos sitios en los que no podamos vender nuestros productos típicos. Ya hemos hablado con el jefe del Servicio de Ordenación y Promoción del Comercio, y está claro que cumplimos todos los requisitos que éste nos impone para que se regularice el mercadillo. Sólo nos falta la autorización municipal".

Los colombianos proponen al Ayuntamiento de Madrid que les deje reunirse en un descampado ubicado entre las calles del Doctor Tolosa Latour y la avenida de los Poblados, también en Usera. En ningún caso, dice Pedro Pablo Arias, están dispuestos a renunciar a la venta. La concejal, sin embargo, no lo cree así. "Por lo que me cuentan, no creo que todos vivan de eso", señala. "Además, Madrid no se puede llenar de mercadillos. Yo creo que ahí radica la complejidad de este asunto".

El mercadillo del parque David González Rubio, conocido como Doce de Octubre entre la colonia colombiana, lleva en funcionamiento unos cinco años. Es un espacio que utilizan algunas personas de ese país para comer, escuchar música o intercambiar experiencias. "Muchos trabajan como internos en casas y descansan el domingo. Ese día lo aprovechan para comer los platos típicos que no encuentran en ninguna parte", explica Pedro Pablo Arias.

Esta situación se repite entre el colectivo de peruanos que se reúnen en la chopera del Retiro y entre los ecuatorianos que lo hacen en el parque del Oeste. La pasada semana, tanto colombianos como ecuatorianos denunciaron el acoso policial que sufren. Los agentes les decomisan la comida y, como ocurrió en Usera, según cuenta Arias, la policía llegó a pedir que quitaran la música de los coches y practicó varios controles de alcoholemia en el parque.

En ese sentido, la concejal Elorriaga prefiere no emitir su opinión. "Eso le compete a la Concejalía de Policía, pero en todo caso la idea es que la intervención se haga con el mayor respeto posible".El PSOE llevará al pleno de este mes una propuesta integral para la situación de estos inmigrantes. "No se puede dejar la solución de esta situación a la policía", señala la edil socialista Noelia Martínez Espinoza.

La portavoz de Izquierda Unida en el Ayuntamiento, Inés Sabanés, apuesta por la creación de espacios para estos colectivos. "Es un tema controvertido el de la venta, pero hay que crear puntos de convivencia".

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