La condena a MP3.com amenaza a la música en Internet
La sentencia dictada por un juez federal de Nueva York contra la compañía estadounidense MP3.com, que deberá pagar al menos 22.000 millones de pesetas por violar los derechos de autor de la compañía discográfica Universal, es un episodio más de las batallas judiciales abiertas por la industria audiovisual contra servidores de Internet que ofrecen o tramitan la descarga de archivos musicales o de vídeo. La inseguridad jurídica que causan los pleitos ha provocado un enfriamiento de la inversión en las compañías que están en el lanzamiento de esta oferta y algunos cierres cautelares. Al menos así se interpreta el final de MP3café, un sitio de chat y descarga de música que ha cerrado sus puertas tras una amenaza de querella individual que la RIAA (asociación de la industria discográfica) niega proceda de sus filas.MP3Board, otro servidor de estos archivos musicales, ha amenazado con una inédita estrategia de protección judicial: si persiguen al sitio también deberán hacerlo contra AOL, ya que el software Gnutella que utiliza y que permite el tráfico bilateral de archivos musicales, fue creado por ingenieros de una filial de la compañía. Cuando AOL advirtió los peligros del programa, quiso suprimirlo. Llegó tarde. Ya circulaban por la red.
El principal caso pendiente es el de Napster, que paralizó con un recurso la orden judicial de cierre y cuya apelación se verá en octubre en los tribunales. El sitio Scour está en litigio con la industria del cine por facilitar la descarga de archivos de vídeo y este mes ha despedido a 52 de sus 70 trabajadores. Estos sitios y otros similares han conseguido una popularidad inédita. Pero, a pesar del creciente número de visitantes que logran (Napster se ha situado en el decimonoveno lugar de los sitios más visitados en los Estados Unidos), las compañías que los sostienen han detectado un enfriamiento de los inversores que deben garantizar su futuro. "Hay demasiadas amenazas sobre ellos para invertir", ha comentado a Cnet un experto de Technology Partners.
Además, las compañías de inversión que participan en estos nacientes proyectos no sólo ponen el dinero sino que se implican en la gestión de las compañías, por lo que una condena judicial también es una condena contra ellas. Bessemer Ventures Partners, por ejemplo, ha desistido de invertir en Napster. Con todo, Napster ha recibido unos 13 millones de dólares de la firma Hummer Winblad y otras dos compañías han entrado en la segunda ronda de financiación de Scour. Para estos inversores, los casos judiciales abiertos son un riesgo más a tener en cuenta. El cálculo es que si ganan la batalla judicial, el camino para buscar una fórmula de negocio de estos populares sitios estará más despejado y la Bolsa les dará la bienvenida, momento en que estas compañías de inversión hacen su negocio. Otras compañías de inversión van más allá en su cautela sobre el futuro de estos servidores. ¿Cuál es la fórmula de negocio de un sitio cuya tarea es facilitar al usuario que se conecte con otro usuario para intercambiarse gratis archivos musicales? O entran en el negocio de la venta de música en línea o sólo han de calcular ingresos por publicidad.
Ayer, el portal Yahoo suscribió un acuerdo con la RIAA para la difusión de música en su sitio, un acuerdo que excluye la descarga de archivos musicales, extremo sobre el que no podido entenderse.
Babelia
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