Gonzalo Suárez narra la posguerra con el ritmo mítico de las películas del Oeste

"Necesito el punto de partida de los géneros superados y denostados; me encuentro a gusto entre ellos. Los prefiero a la realidad, que ya no me basta". Gonzalo Suárez (Oviedo, 1934) asegura que el western es sólo la excusa estilística de El portero. La película, situada en la posguerra española, narra el duelo a penaltis entre los dos bandos de un pueblo de Asturias. El territorio mítico del western sustituye aquí, según el director, el territorio del costumbrismo. La película, interpretada por Carmelo Gómez, Maribel Verdú y Eduard Fernández, entre otros, se estrena el viernes.

Con un paisaje que recuerda exageradamente al de El hombre tranquilo, de John Ford, y una música que evoca la revisión que hizo del género el spaghetti western de Sergio Leone, Gonzalo Suárez narra la historia de un portero retirado del Real Madrid (Carmelo Gómez) que llega a un pueblo del norte (llamado en la película Río Luna) para hacer las exhibiciones de penaltis con las que sobrevive desde que la guerra acabó con su carrera profesional.Con el tono épico de "Gonzalo y yo hablamos mucho de Zamora... y de Iribar, que eran guardametas con una fuerte personalidad", explicó ayer Carmelo Gómez, que añadió: "El portero es un tipo que llega de ningún sitio, que no tiene pasado, pero que, en ese pueblo, todos recordarán. Es un hombre que por una vez logra que se haga justicia".

"El contexto de mis personajes", continúa Gonzalo Suárez, "es la sábana blanca de la pantalla. Las películas son una ficción en la que los personajes no tienen pasado; yo, al menos, no quiero explicarlo. El mito es atemporal. La realidad no me interesa, no me basta. Las películas que pretenden ser reales me resultan falsas, y las que parecen falsas, a veces me resultan mucho más reales".

Para el cineasta y escritor, el uso de un género cinematográfico como el western le ayuda sólo para trabajar en la estructura argumental de la película. Luego, explica el director, recurre a otros para lograr "esa mezcla perversa de géneros que tanto me gusta".

Aunque El portero está situada en la posguerra española, para Manuel Hidalgo (autor del relato original y coautor del guión) logra trascender aquel momento histórico.

"No es una película sobre la guerra ni sobre la posguerra", aclara el escritor; "es una historia más universal, una alegoría sobre el enfrentamiento". "Es la historia de un duelo", continúa, "de una lucha. No es una película sobre la historia, sino sobre la historia bajo la luz de la leyenda". Para el escritor, "el humor y la alegría del trabajo con Gonzalo Suárez" han contagiado su relato. "Si algo he procurado en todo momento es no ser el policía de mi propia historia".

Producida para Lolafilms por Andrés Vicente Gómez ("él fue quien descubrió para mí el relato", afirma Gonzalo Suárez), El portero es "una película sencilla y vital". Además de Maribel Verdú y Carmelo Gómez, completan el reparto Antonio Resines, Eduard Fernández, Elvira Mínguez y Roberto Álvarez, entre otros. Un reparto que ha contado, dice su director, con "un factor sorpresa: que todos se han llevado muy bien".