Medio Ambiente considera más eficaz la reparación que la simple sanción En el desastre del canal del embalse de Alloz murieron 32.000 peces

Compensación por daños

Sin abandonar el rigor en la represión de las agresiones contra la naturaleza, el departamento navarro de Medio Ambiente que dirige el consejero Javier Marcotegui se ha propuesto ahondar en un camino que considera mucho más novedoso y productivo: sustituir las multas, sobre todo en este tipo de atentados ecológicos de gran trascendencia, por la implicación del infractor en la recuperación de las zonas afectadas, obligándose a acometer y financiar su coste con una cuantía económica análoga a la que supondría la sanción. "De este modo las empresas no acabarán pagando sin más y desentendiéndose de las afecciones que han generado, sino que se verán obligadas a tomar conciencia del daño que han causado y, lo que es más interesante, a participar económicamente en el arreglo", ha explicado un portavoz del departamento de Medio Ambiente.

En el caso de Iberdrola, los directivos de la delegación en Navarra, tras varias reuniones con los responsables de Medio Ambiente del Ejecutivo foral, ya han dado su visto bueno para financiar la recuperación de los márgenes y de la fauna del río Salado, un afluente del Arga de más de once kilómetros de longitud, que discurre en paralelo al canal hidroeléctrico donde ocurrieron los hechos.

De proseguirse en el futuro esta novedosa vía de actuación, el departamento navarro de Medio Ambiente considera que se estarían consolidando las bases de una política de reparación medioambiental mucho más eficaz que la simple imposición de multas contemplada en la ley para los daños ecológicos, y que en ocasiones puede llegar a ser rentable para los infractores.

En este caso, el importe de la sanción de 18 millones de pesetas, la más elevada impuesta en Navarra, es el resultado de la evaluación de los daños causados a la fauna. Se ha establecido sobre la compensación por la muerte de los 32.000 peces de 500 pesetas por ejemplar, de acuerdo con la valoración de especies de la fauna silvestre que establece una orden foral de mayo de 1993, así como la indemnización de 1,7 millones por el número de horas (1.038) de trabajo empleadas por el personal de Medio Ambiente en la recogida de peces muertos y el acondicionamiento del canal de Alloz. El guarderío de Medio Ambiente, con la ayuda de la Sociedad de Pescadores de Estella y de personal de la propia Iberdrola, trabajó intensamente en el canal desde el 22 de febrero hasta el 5 de abril de este año y lograron recuperar un total de 196.000 peces que corrían grave riesgo de morir asfixiados. Fue la mayor operación de salvamento de fauna acuática en cuanto al número de animales recuperados llevada a cabo nunca en Navarra. Los grupos ecologistas criticaron con dureza el comportamiento de Iberdrola y exigieron al Gobierno una acción contundente contra la compañía eléctrica.