Figueres quiere convertir en museo la casa natal de Dalí

Refugio de la soledad

La casa natal del pintor Salvador Dalí, en el número 6 de la calle de Monturiol de Figueres (Girona), se convertirá en una nueva escala de la ruta daliniana, que comprende el Museo Dalí, en la misma localidad ampurdanesa; el castillo de Púbol, donde vivió Gala sus últimos años, y la finca de Port Lligat, frente al mar de Cadaqués. El Ayuntamiento de Figueres pagará 110 millones de pesetas por el inmueble. El Consistorio confía en la colaboración de la Fundación Gala-Salvador Dalí para definir conjuntamente los usos del futuro equipamiento cultural y turístico. El alcalde, Joan Armangué, ha explicado que la compra del edificio -los bajos del cual ya pertenecían al Consistorio desde hace cinco años- responde a una estrategia encaminada a promocionar la ciudad y prolongar la estancia en Figueres de los visitantes del Museo Dalí.

Dalí vivió en el piso de la calle de Monturiol desde su nacimiento, el 11 de mayo de 1904, hasta los 10 años. En 1914, la familia se trasladó al número 10 de la misma calle. El pintor desvela en su libro La vida secreta de Salvador Dalí que la azotea de esta vivienda, y más concretamente un lavadero al que se encaramaba como quien ocupa un trono, se convirtió a los nueve años en un improvisado estudio. Sentado en el lavadero realizó dos pinturas al óleo que demostraban su precocidad: una escena de la Ilíada y el encuentro entre José y sus hermanas.

Dalí evoca en este libro su fructífera y solitaria adolescencia, cuando gustaba de escaparse del "comedor paternal" y lanzarse alocadamente escaleras arriba hacia la azotea, donde el pintor se sentía "protegido en el refugio total de mi soledad". El edificio natal del pintor era por aquel entonces uno de los más altos de Figueres y permitía contemplar una excelente panorámica de la ciudad que excitó la vena voyeurística del pintor. "En el momento exacto en que llegaba a la azotea, volvía a sentirme único; la vista panorámica de Figueres, extendida a mis pies, tenía la virtud de estimular el orgullo y la ambición sin límites de mi imaginación soberana". Desde esta privilegiada atalaya combatía también su vergüenza: "Podía ver, saliendo del colegio de las Hermanas Francesas, aquellas mismas niñas que provocaban en mí sentimientos de vergüenza cuando pasaba junto a ellas".

La idea del Ayuntamiento de Figueres de comprar el inmueble natal de Salvador Dalí estuvo rodeada de controversia años atrás, puesto que no hay constancia de cuál de los pisos del edificio ocupaba exactamente la familia del pintor. No hay duda, sin embargo, de que no habitaban en el tercer piso, ya que en su Vida secreta el genial artista confiesa que allí vivía una familia argentina con una hija, Ursulita, cuya belleza le tenía prendado.