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Un bebé enfermo muere tras más de una hora sin atención en un hospital de Melilla

La familia denuncia por negligencia al centro y éste reconoce que hubo problemas de saturación

Una familia marroquí ha denunciado al hospital Comarcal de Melilla por la muerte de un bebé de tres meses en el servicio de urgencias. La madre sostiene que en la noche del sábado pasado llevó a la cría, con fiebre y dificultades respiratorias, al hospital, donde lejos de atenderla la hicieron esperar tres horas "porque había mucha gente". Cuando tras ser expulsada dos veces de la sala médica, según su relato, un facultativo cogió al bebé, éste murió a los pocos minutos. El hospital, tras abrir una investigación interna, reduce la espera a una hora y veinte minutos y niega la desatención, pero reconoce que fue una "noche muy agitada" porque había 23 personas que aguardaban ser atendidos por dos médicos.

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Los hechos ocurrieron la noche del 26 al 27 de agosto. La madre, Houria El Haroy, vive en Marruecos, en Farhana, un pueblo cercano a Melilla. Su marido, con quien tiene cinco hijos, regenta una pescadería en el mercado central de la ciudad autónoma, por lo que dispone de Seguridad Social. Sobre las diez de la noche del pasado sábado, Houria cruzó la frontera con su bebé, Yousra El Founti, en brazos. "Llevé a mi hija porque tenía fiebre, respiraba con dificultad y no paraba de llorar", relata.En el hospital, según datos oficiales, hacían guardia en urgencias dos médicos, tres enfermeros y tres auxiliares de clínica. En la espera había una cola de al menos 23 personas. Houria presentó el pasaporte al personal del centro, que le indicó que aguardase turno "porque había mucha gente". Tras una hora y debido al "incesante llanto de la niña y a su empeoramiento", Houria, siempre según su denuncia, irrumpió en la sala médica pidiendo que atendieran a su hija. Un vigilante de seguridad la expulsó.

"Un rato después", según el relato de la madre, ella intentó de nuevo que los médicos examinaran a la pequeña, pero "una celadora o enfermera" volvió a echarla. La niña siguió empeorando.

Houria cuenta que, ya sobre la una de la madrugada, después de tres horas de espera, apoyada por las personas que aguardaban con ella, imploró a un guardia de seguridad para que avisara a un médico porque su hija se estaba muriendo.

Ante las protestas de los pacientes que había en urgencias, el vigilante alertó a una enfermera, que se llevó a la niña, supuestamente aún viva, para que la atendieran.Veinte minutos después, según la denuncia, un médico comunicó a la madre la muerte de su niña. "Pero no me dijeron el motivo", señala Houria. En el certificado de defunción consta "paro cardiaco y apnea", indica el portavoz de la familia, insatisfecho con la explicación.

Una vez conocida la muerte, la madre buscó el pequeño cuerpo de Yousra. "Cuando entré a la sala de urgencias, vi a mi niña muerta sobre una camilla", recuerda. La pequeña tenía un parche en el lado izquierdo del cuerpo, junto a la clavícula. "Me tuvieron tres horas esperando, sin que nadie me atendiese", resume la madre.

Rápidamente la familia acudió a la Comisaría de Melilla para presentar una denuncia. Ésta fue trasladada al juzgado de guardia. La madre ha solicitado que el forense practique una autopsia al cadáver para conocer las causas reales de la muerte.

Un familiar de la fallecida facilitó a Efe los dos partes médicos de defunción emitidos, y subrayó que en el primero no se notifica la hora de ingreso en el hospital ni la de la muerte, datos que la familia requirió después al centro sanitario y que, según este pariente, "han sido falseados".

En el segundo parte se señala que la paciente ingresó cadáver, "con ausencia de pulso central y apnea", a las 23.30 horas del pasado sábado, lo que aparece escrito junto a una tachadura "donde se debió poner la hora verdadera", añade el portavoz de la familia. Según esta versión, los datos se alteraron porque "el médico no quiso tener problemas". Este familiar denunció no sólo la supuesta negligencia médica, sino también el trato "inhumano" que recibió la madre "porque no se le explicaron las causas de la muerte".

Jose Luis Morillo, director del Hospital Comarcal, ha declarado que "se ha abierto una investigación interna para establecer qué ha ocurrido realmente". "Ya me he entrevistado con el personal que aquella noche estaba de guardia prestando sus servicios. Ahora mismo es imposible adelantar ningún tipo de acontecimiento".

La niña fue enterrada ayer en el cementerio musulmán de Melilla. El padre, según el ritual funerario, llevó con sus propias manos hasta la fosa el cadáver de la niña, envuelto en un sudario blanco, mientras le flanqueaban los hombres de la familia acompañados por un centenar de amigos y compañeros. Con anterioridad al sepelio, la comitiva había asistido, en la mezquita del cementerio, al rezo preceptivo de los viernes.

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