La ofrenda de Pujol en Montevideo se improvisó hace una semana

La Generalitat de Cataluña no había previsto ningún homenaje a Lluís Companys al cumplirse el 60 aniversario de su entrega a las autoridades franquistas. Así, la pasada semana, aprovechando el viaje oficial de Pujol a Uruguay, los servicios de Presidencia improvisaron a última hora un acto en Montevideo, la primera ciudad del mundo que erigió, en concreto en 1944, un monumento al presidente mártir. Ante el despiste del Gobierno de CiU, en la tarde del pasado miércoles, los servicios de protocolo de la Generalitat llamaron por teléfono al Casal Catalán de Montevideo para pedir que organizaran un acto al monumento a Companys en esta ciudad. Así, la dirección del casal se enteró ese mismo día no sólo de que el presidente Jordi Pujol visitaría oficialmente Uruguay, sino de que tenía que improvisar, además, un acto de homenaje a la figura de Companys.

Fuentes de la Generalitat informaron de que la presencia de Triadú en Irún ya estaba prevista desde julio, pero el homenaje de Montevideo no fue anunciado hasta finales de la semana pasada. En esa misma fecha también confirmaron la entrevista que mantuvieron a última hora de la tarde de ayer Jordi Pujol y el presidente de Uruguay, el conservador Jorge Batlle.

La ofrenda de Montevideo se celebró justo a la misma hora que el homenaje de Irún. El asesinato del concejal popular en Zumárraga le sirvió al presidente de la Generalitat para pronunciar un discurso cargado de simbolismo ante el monumento a Companys y unas 80 personas de la colonia catalana en Montevideo. Pujol puso a Companys como ejemplo de una persona que padeció la violencia en su propia piel: "La violencia destruye a la gente que la practica y a la gente que la padece. Companys la padeció por parte de unos y de otros y aunque no la pudo envitar, seguro que esto le produjo un gran sufrimiento personal", manifestó.