El Gobierno balear subvencionará a las empresas que asciendan a sus trabajadoras
Cada ascenso laboral se premiará con ayudas de hasta 275.000 pesetas
El Gobierno progresista de Baleares, que lleva un año en el poder, ha emprendido este verano una operación para el "Fomento del ascenso profesional de las mujeres", una estrategia oficial de discriminación positiva que contempla ayudas de hasta 275.000 pesetas por cada contrato que implique la mejora contractual y la promoción profesional de una mujer, en un sector donde exista subrepresentación. La medida es consecuencia directa del pacto balear sobre el empleo suscrito por la Administración autonómica, los sindicatos y la patronal.
Contrato indefinido
Decenas de miles de trabajadoras de la hostelería de Baleares -también limpiadoras, cajeras de grandes almacenes y empleadas en restauración-, cargan cada día su columna y gastan sus manos por un salario que resulta entre 2.000 y 4.000 pesetas mensuales inferior al de sus compañeros de plantilla, hombres, a pesar de que ocupan categorías asimilables y perfiles de trabajos parecidos a ellas.La pugna directa por la igualdad laboral de sexos y sueldos que protagonizó el numeroso colectivo femenino en las negociaciones del sector de Hostelería y también en el de Limpieza, abrió el camino a una predispuesta consejería de Trabajo del Gobierno del socialista Francesc Antich, un departamento en manos de comunistas y feministas. Aquellas movilizaciones reivindicativas encabezadas por mujeres y secundadas por sus compañeros laborales, -en el segundo caso una dura huelga en grandes edificios-, desencadenaron esta política de ayudas al ascenso laboral de mujeres. La medida persigue según el Gobierno: "el incremento real de la retribución salarial; y que en el proceso de ascenso se observe pleno respeto y aplicación de su regulación, y que al mismo tiempo afecte a las trabajadoras y empresas beneficiarias".
Las ayudas se destinarán a empresas privadas con una plantilla de hasta 250 trabajadores. El contrato de trabajo -subven-cionado- en fijo, deberá ser indefinido, a tiempo completo y formalizado por escrito. Se reclama que el ascenso inducido suponga un incremento salarial en cómputo anual igual o superior al 10% del salario de origen. Finalmente la promoción femenina deberá mantenerse por un mínimo de tres años.Los políticos interesados dicen que es una medida inédita en España y que no tiene precedentes en los países de tradición igualitaria. La operación ha debido ser muy ponderada por los juristas, para evitar caer en un caso de discriminación contraria, de privilegio laboral indirecto a las mujeres ante los hombres. La norma la ha diseñado de manera simbólica la nueva izquierda que gobierna en Baleares, el pacto multipartido de socialistas, nacionalistas, comunistas y verdes ecopacifistas y feministas, que desalojó al PP.
Los padres directos de la medida son el consejero de Trabajo y dirigente de IU y del PCE, Eberhard Grosske; el director general, el sindicalista de CC OO, Fernando Galán y la directora del Instituto de la Dona, la letrada y experta penalista y del Lobby de Dones, Francisca Mas.
El resplandor económico de Baleares, con práctico pleno empleo -falta de mano de obra en turismo y construcción-, renta per cápita en la cúpula nacional, y crecimiento superior al de la media española, oculta, sin embargo, desigualdades y situaciones anticuadas, según Galán. Sus datos indican que el empleo beneficia a un 74,2% de hombres y a un 45,6% de mujeres. Sobre 800.000 residentes -con unos doce millones de turistas anuales- hay 365.000 contratos reglados.
De cada cien hombres 74 están ocupados, frente a 45 mujeres. Para el director general de Trabajo "los niveles de desigualdad referida al empleo, es particularmente preocupante y somos una comunidad necesitada de mano de obra".
La contratación en el 2000 ha sido en las islas de un 57% de hombres y del 43% de mujeres. De los contratos sólo un 3,2% son indefinidos para mujeres y un 4,5% para hombres. Para patrocinar las ayudas de protección de los ascensos de momento se ha puesto una partida de 35 millones que se puede duplicarse o triplicarse en el 2001.
Cada día se rehacen 400.000 camas en la hostelería de Baleares, se arrastran las aspiradoras y fregonas por miles de kilómetros de pisos y baños. Galán observa que "curiosamente las categorías generalmente feminizadas (camareras de pisos, limpiadoras, auxiliares de comercio, ayudantes de restauración), además de su salario desigual, tienen como mandos inmediatos a hombres". La orden del Consejero de Trabajo y Formación, de 30 de junio de 2000 (se publicó en el Boletín Oficial de las islas Baleares del 18 de julio del 2000 (BOIB 18-07-2000).
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