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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Costa manchada

Doce playas fueron cerradas el jueves por la Junta de Andalucía por los restos de alquitrán aparecidos en unos 40 kilómetros de costa. Se trata de residuos procedentes de la limpieza de algún petrolero en alta mar que el viento de Levante ha acercado a las playas. En el área más directamente afectada, entre los municipios de La Línea y Estepona, viven regularmente 135.000 personas, que se triplican como mínimo en el verano. La industria turística andaluza, principal motor de la economía regional, que proporciona casi dos billones de pesetas anuales al PIB de la comunidad, se ha visto seriamente amenazada. En plena temporada alta, las imágenes distribuidas a todo el mundo de playas clausuradas y manchas de alquitrán sobre la arena no son el mejor reclamo publicitario. Por no hablar del sector pesquero, ya bastante afectado por la falta de acuerdos con Marruecos.El estrecho de Gibraltar es una fuente de conflictos y preocupación permanente. Además del drama del tráfico ilegal de inmigrantes, que han convertido el fondo de sus aguas en una tumba para miles de desesperados africanos, cada día 232 buques cruzan esa puerta que comunica al Mediterráneo y al Atlántico, lo que la convierte en el embudo de mayor tráfico del mundo. Toneladas de inmundicias son arrojadas por la borda, contaminando aguas y, como ahora, playas.

¿Y quién se hace responsable de catástrofes como la presente? El control del tráfico marítimo es competencia de la Dirección General de la Marina Mercante, pero la vigilancia de la calidad de las aguas corresponde a la Junta de Andalucía, y la limpieza de las playas, a los Ayuntamientos. ¿A quién reclaman los afectados? Afortunadamente, ayer por la tarde la mayoría de las playas quedaban abiertas, ya limpias de alquitrán. Y hay una posibilidad de que, a través de fotografías tomadas por satélite, se localice al buque responsable, que podría ser multado hasta con 500 millones de pesetas. Pero, por mucha multa que se imponga y mucho alquitrán que se retire, ¿quién limpia la imagen que se ha dado esta semana de una de las costas más visitadas de Europa?

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