Los violentos calcinan 7 autobuses, 11 coches y 4 cajeros en su segunda 'jornada de lucha'
El día de lucha convocado para el pasado jueves por el entorno etarra tras la muerte en Bilbao, el pasado día 7, de cuatro terroristas a los que les estalló una bomba que transportaban, se prolongó ayer en Euskadi y Navarra con un grave balance de daños: 7 autobuses, 4 cajeros automáticos, 11 coches, 2 motocicletas, 1 oficina de seguros y 1 sede socialista. Los actos de terrorismo urbano perpetrados entre la noche del jueves y ayer tienen un coste económico de más de 200 millones de pesetas. Esta cifra se dobla si se contabilizan los atentados de los tres últimos días. En julio y en lo que va de agosto ha habido ya más de 35 atentados de kale borroka. Hoy el entorno abertzale rinde "homenaje" en Bilbao a los cuatro etarras.
Desalojo de familias
En menos de 24 horas se han quemado siete autobuses de línea regular urbanos e interurbanos y en tres días la cifra se eleva a 15. Las empresas que realizan el transporte calculan que el daño material causado a los vehículos puede superar los 300 millones de pesetas.Si el jueves la violencia se concentró en Guipúzcoa ayer lo hizo en Vizcaya y Navarra. Anoche, los radicales quemaron un autobús en Santurtzi (Vizcaya). Hacia las 12 de la mañana habiá ardido otro en la calle Andrés Cortina, del barrio de Algorta en Getxo. Un grupo de ocho encapuchados bien organizados, según la Ertzaintza, cortaron el tráfico con la quema de varios contenedores. A la llegada de un autobús de la empresa Euskotren hicieron bajarse al conductor y los pasajeros, rociaron el vehículo de combustible y le prendieron fuego. El precio de un autobús de este tipo oscila entre los 25 y 30 millones de pesetas.
Las llamas afectaron a dos motocicletas de reparto y tres coches aparcados. El fuego derritió las persianas y cristales de los edificios colindantes y obligó a desalojar a ocho familias del inmueble más cercano. Fuentes de Protección Civil aseguraron que las familias podrían volver a sus casas al final del día tras las labores de limpieza. El grupo de encapuchados realizó el ataque y abandonó la zona.Los otros asaltos perpetrados durante la madrugada de ayer tuvieron una forma de ejecución similar. A las ocho y cinco de la mañana se quemó un autobús en el barrio de Zorroza de Bilbao que también causó importantes daños en las viviendas colindantes. Tan sólo veinte minutos después, otro grupo de desconocidos se presentó en la calle Salvador del barrio de Rekalde y quemaron otro autobús. Estos dos vehículos, propiedad de la empresa Bilbobus, han quedado completamente calcinados. Los otros dos vehículos calcinados pertenecían a la empresa Pesa y fueron achicharrados en un garage de Mallabia (Vizcaya). Como consecuencia de las llamas un tercer autobús resultó dañado.
En Lizaso (Navarra) varios desconocidos prendieron fuego a ocho vehículos que estaban en el interior de la residencia Aranbide, propiedad del Opus Dei, según la Delegación del Gobierno en Navarra. Los turismos quedaron complemente calcinados.
La noche del jueves al viernes los violentos se cebaron también con los cajeros automáticos del BBVA que fueron atacados entre las once y las doce en los pueblos vizcaínos de Elorrio, Abadiño, Areatza y Berriz. En este último pueblo las llamas se extendieron a la oficina causando graves daños materiales. El precio de un cajero ronda los cuatro o cinco millones de pesetas.
También el jueves a las once de la noche se produjo un ataque con bombas incendiarias, que obligó a desalojar a los vecinos a una oficina de la aseguradora Catalana Occidental de Rentería (Guipúzcoa). Por último, tres individuos lanzaron botes de pintura contra la sede del PSOE de Baranain (Navarra).
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.