Los ganaderos de la sierra de Segura se oponen al vallado de fincas

Los ganaderos de la sierra de Segura, incluida dentro del parque natural que lleva este mismo nombre, rechazan las últimas actuaciones de vallado de fincas que se ha iniciado desde la Delegación de Medio Ambiente de la Junta en Jaén al considerar que está poniendo al límite el beneficio de sus explotaciones y que se persigue la eliminación de esta actividad. En esta zona existen 150.000 cabezas de ganado, entre ovejas y cabras, que cada vez tienen menos espacio para pastar, según indicaron los propietarios, que apuntaron que sólo en el término municipal de de Siles se han acotado 1.500 hectáreas de terreno en dos fincas.La denuncia la realizaron ayer representantes de asociaciones ganaderas acompañados por el diputado andaluz de IU por Jaén, José Cabrero, y por el miembro de Asaja Tomás Cano. Todos reclaman una reunión con Medio Ambiente en la que tratar a fondo este problema y en la que poder negociar la nueva exigencia de la Junta de que se abonen juntas las concesiones administrativas de los próximos tres años.

El plazo para hacer efectivo este pago finaliza el 15 de agosto, pero antes los ganaderos quieren una entrevista para negociar un punto que consideran excesivo y lesivo. Inocente Beteta, pastor de la localidad de Orcera, aseguró que es imposible que muchos ganaderos puedan hacer frente a los pagos adelantados, al tiempo que rechazó la posibilidad de reclamar avales en los bancos porque eso supone hacer frente a un recargo del 5%.

"Consideramos a este sector estratégico, como uno de los que ha servido para el desarrollo de la comarca y no aceptamos que haya un proceso de exclusión", indicó Cabrero. IU, añadió, no quiere que se incremente la cabaña, pero tampoco que se pretenda disminuir si no se hace de forma voluntaria por los ganaderos.

Las asociaciones de ganaderos reivindican el derecho histórico a utilizar los pastos. "Los pastores son los que mejor se regulan a si mismos. Si en un terreno pueden pastar 500 ovejas no van a meter a 1.000, porque entonces se morirían todas", subrayó un ganadero.