Pujol en territorio Forastero
Cura y 'pubilles' en la inauguración de un monumento a la Generalitat
Camarles, Baix Ebre. Desde hace 20 años, territorio de uno de los alcaldes más controvertidos de la provincia de Tarragona: Primitivo Forastero (CiU). Él mismo se definió como un guerrero que moriría con las botas puestas en el juicio que en 1998 le condenó a seis años de inhabilitación por prevaricación. Y eso que el juez sólo le había preguntado por su profesión. Ayer, en la inaguración de la carretera de Camarles a Deltebre, don Primitivo, como aún le conocen en el pueblo, estaba más guerrero que nunca. En realidad, el acto de inaguración del vial y de un monumento a los 108 presidentes de la Generalitat, en presencia de Jordi Pujol, se convirtió en una jornada de homenaje y desagravio al octogenario alcalde.La polémica por su inhabilitación no arredró en ningún momento a Forastero. Todo lo contrario. El alcalde, sentado en la tarima de discursos -tiene problemas cardiovasculares- , tronó desde el micrófono: "Me iré de la alcaldía tan pobre como entré". Rodeado de la banda municipal y las pubilles, y después de la bendición -con rezo colectivo de padrenuestro incluido-, fue contundente: Forastero recordó a Pujol que lleva 75 años esperando la carrretera y que los cultivos de arroz desaparecerían con el temido trasvase de agua del Ebro a la capital catalana, "aunque eso a los de Barcelona no les importa porque creeen que somos unos salvajes", añadió.
Eso sí, más tarde, con la autoridad que confieren los años, se permitió recomendar al presidente -"con el que siempre he estado", puntualizó- que no baje la guardia, "que los perros que ladran no muerden".
Pujol obvió a los perros y se centró en homenajear a Forastero por su actitud combativa, su amor por Camarles y el delta. Forastero, en compañía de su hija y su nieta (también concejal), se vistió de nacionalismo. Tenía ganas de explicarse: recordó que fue atacado por fascistas (cayó herido y prisionero del bando franquista y acabó yendo voluntario a la Division Azul) y que ha demostrado con creces haber servido a CiU. Y para muestra, el botón de haber convertido Camarles en la primera población que honra a la totalidad de los presidentes de una "Cataluña heroica, vilipendiada e incomprendida".
Pujol tuvo que recordar que hará falta otro bloque de piedra en el monumento porque tras su propio nombre no queda espacio para ningún presidente más.
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