La ciudad de Málaga prepara su lanzamiento a los mercados turísticos internacionales
El puerto será por primera vez en noviembre estación de origen de una línea de cruceros
La ciudad de Málaga quiere tener una ración importante de la tarta turística. Pese a ser conocida como la capital de la Costa del Sol, su relación con la actividad turística se había limitado hasta ahora a ver desfilar por su aeropuerto a millones de turistas que venían de vacaciones a las poblaciones de alrededor. Hasta el año pasado, su oferta de plazas hoteleras era insignificante en comparación con cualquier ciudad de sus dimensiones.Las nuevas tendencias de los mercados han avisado ya sobre sus posibilidades, especialmente como destino de fin de semana, como estación de cruceros, o como sede de ferias y congresos. Pero la nueva vocación turística de Málaga tiene un potentísimo argumento: Picasso. La apertura del museo que contendrá 180 obras legadas por la familia del pintor malagueño y la llegada del AVE a Málaga supondrán "una auténtica revolución" para la ciudad, según la gerente del Patronato de Turismo de la Costa del Sol, Ana Gómez, quien advierte de que "Málaga es una perla en bruto".
El Patronato de Turismo, el Ayuntamiento, la Cámara de Comercio y la Asociación de Empresarios de Hostelería de Málaga (Aehma), han comenzado a diseñar una ambiciosa campaña para convertir a la ciudad en un destino turístico por sí misma. "Es fundamental ir juntos y aunar todos los esfuerzos para poner en valor todas las potencialiddades de Málaga", asegura el concejal de Actividades Económicas, José Luis Ramos.
La pretensión es promocionar Málaga como marca propia en las ferias internacionales que se celebren en el año 2001 e incluirla en algunos certámenes especializados. Para la apertura del Museo Picasso, prevista a finales del 2002, Málaga tendrá además rehabilitada La Alcazaba y el Teatro Romano, que cerrarán un interesante circuito cultural "capaz de competir con cualquier ciudad que sea una potencia turística", según los empresarios. El patronato pone como ejemplo el caso de Bilbao, donde desde la apertura del museo Guggenhaim ha habido un incremento del 60% en el movimiento turístico. Hay aún algunas incertidumbres, como el destino final y los contenidos del Museo de Bellas Artes y Arqueológico, pero también proyectos en firme que pueden consolidar la fortaleza de la oferta, como las actuaciones en el Plan Especial del puerto, o elementos que ya forman parte de la actual oferta los jardines históricos.
Aunque las acciones de esta campaña de lanzamiento aún no están definidas, el primer proyecto es la edición de una guía profesional de la ciudad para el sector turístico, instrumento considerado indispensable para la promoción entre las agencias de mayoristas, de la que ahora carece, y la presencia este mismo año en algunas ferias internacionales monográficas de cruceros y de ferias y congresos.Málaga ya es el segundo puerto con más tráfico de cruceros del Mediterráneo tras Barcelona, aunque la mayoría de los cruceristas utilizan el tiempo de la escala para hacer excursiones a otras ciudades como Granada, Córdoba o Sevilla.
Por primera vez, el puerto de Málaga será entre noviembre de 2000 y marzo de 2001 punto de origen y destino de un crucero semanal de la agencia Pulmantur, lo que supondrá la estancia de unas 14.000 personas que deberán pernoctar en hoteles de la ciudad. El año pasado hicieron escala en el puerto de Málaga 159.250 cruceristas, y para este ejercicio se estima una cifra de 249.000 pasajeros.
El Ayuntamiento además confía en que la apertura del Palacio de Ferias y Congresos, cuyas obras comenzaron recientemente, sirva también para dinamizar la actividad turística de la ciudad en uno de los segmentos que más ingresos proporciona.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.