El Gobierno colombiano y el ELN se reúnen en Ginebra para hablar de paz
Tras más de dos años de estériles intentos, representantes del Gobierno colombiano, la sociedad civil y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) tratarán a partir de hoy de lograr un consenso para que el proceso de paz se inicie en firme. Para la sociedad civil, lo primero sería conseguir un alto al fuego; por su parte, los guerrilleros tienen la prioridad de definir, de una vez por todas, dónde y cómo realizar la Convención Nacional, un foro sobre la paz y la situación de Colombia con participación de todos los sectores sociales.
La definición de la zona para los diálogos ha sido la piedra en el zapato que no ha dejado andar al otro proceso de paz (el Gobierno negocia desde hace año y medio con la principal guerrilla colombiana, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC). El ELN exige un espacio en el sur del departamento de Bolívar, bastión histórico de la organización y territorio que los paramilitares están empeñados en arrebatarles. De hecho, estos grupos armados de ultraderecha tienen cercado el campamento principal del ELN para impedir la negociación. A comienzos de este año hubo una gigantesca manifestación popular de rechazo cuando el Gobierno manifestó su intención de crear "la zona de convivencia" en tres municipios de la zona. Según el ELN, detrás de la protesta están los paramilitares y su interés en seguir contralando el negocio de la coca. Además, habilitar esos municipios para las conversaciones de paz supone el "despeje" de la misma, es decir, la salida del Ejército mientras duren las reuniones.
Aunque, según varios comandantes del ELN, que tiene unos 1.500 hombres en armas, no hay alternariva para esta zona de negociación, Nicolás Rodríguez, Gabino, máximo comandante, declaró recientemente que estaría dispuesto a la creación de una zona de encuentro adyacente a los 42.000 kilómetros cuadrados que tienen las FARC como escenario para sus negociaciones.
En julio del 98, en Maguncia Alemania, hubo una reunión similar a la que se realiza hoy y mañana en Ginebra. Dos meses después, en Colombia, se firmó el acuerdo de Río Verde, en el que se fijaron fechas y temas de los diálogos. Este intento se frustró por la negativa del Gobierno a despejar los cuatro municipios exigidos. El ELN dijo que recibía un tratamiento "de segunda" y trató de presionar con una secuencia de secuestros masivos. Once personas permanecen en cautiverio y varios de sus parientes viajaron a Ginebra con la esperanza de lograr su libertad.
Es uno de los anhelos de la sociedad civil: que el ELN, como un gesto de buena voluntad, libere a los secuestrados. Entre ellos hay dos españoles, Ángel Blanco, cautivo desde el pasado 31 de diciembre, y Carlos Bernal, secuestrado el pasado primero de marzo. Carlos cumplió l7 años en cautiverio.
Los embajadores de los cinco "países amigos" del proceso: España, Cuba, Francia, Noruega y Suiza, que acompañarán este nuevo intento de paz , también han hablado de la necesidad de "humanizar el conflicto". Su tarea será "engrasar" las posiciones cuando se llegue a situaciones difíciles. Según el analista Alfredo Rangel, al ELN le conviene, por razones militares, una tregua inmediata, "porque si las cosas siguen como van, cada vez tendrán menos fuerza militar y menos capacidad de negociación".
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