Sigue la pugna del precio fijo
Semprún, que ha dirigido los debates con agudeza, poniendo siempre el dedo en la llaga, ante el alud de críticas, dio la palabra al director general del Libro. Y Fernando de Lanzas la tomó: "Todo es opinable", dijo. Con el decreto ley "se ha tratado de actuar para reducir el precio de los libros de texto, lo que no invalida otras actuaciones".Francisco Pérez González lo desarmó. "En los últimos tiempos, los directores generales del Libro son quienes se han tenido que comer los marrones del Gobierno. Durante el Gobierno de Franco había un sistema un tanto extraño de Hacienda, pero no era tan poderoso. Con los socialistas, por torpeza del sector editorial o por idea de Boyer, se nos dijo que en Cultura sobraba dinero. Y ahora, cuando los de Hacienda son tan fuertes, tenéis que navegar con bandera pirata y vuestro Gobierno os dirá que estáis vendidos al oro de Moscú. Los de Hacienda no quisieron negociar con nosotros, los editores, pero tampoco con vosotros, los de Cultura".
Recordando las broncas monumentales que el anterior director general del Libro y hoy director del Instituto Cervantes, Fernando Rodríguez Lafuente, recibió por los descuentos en el precio de los libros, dijo Pérez González: "Tú has tenido suerte, Fernando [de Lanzas], el sector sabe que habéis hecho bastante". "Lo único que hay es una decisión del Gobierno", contestó De Lanzas, "y a partir de esa decisión se inicia una época en la que tendremos que trabajar con eso. Quiero reiterar que en España hay un régimen de precio fijo para el libro, del que se ha excluido al libro de texto. No es una medida que haya tomado Cultura. Compartimos con el sector muchos objetivos y no podemos poner todo el énfasis en el punto que nos separa".
Antonio María de Ávila, director ejecutivo de la Federación de Gremios de Editores, saltó al quite. "Tenemos muchos puntos de contacto, pero en otros no estamos de acuerdo. Que quede claro que vamos a colaborar, pero también que vamos a hacer todo lo posible por echar para atrás ese decreto ley, que no es una liberalización, sino una brutal intervención". Pérez González quiso suavizar la polémica. "Perdona, Fernando, te queremos mucho, pero todo lo que se ha dicho aquí es verdad".
Semprún llamó a la calma y aconsejó que no se politizase el tema. "Y lo digo yo que lo he politizado todo. No convirtáis la lucha por el precio fijo en una batalla contra el PP". "De eso nada", puntualizó Herralde. "No hemos politizado nada. Si lo hubieran hecho los socialistas, habríamos reaccionado igual".
Semprún levantó la sesión con un simple "hasta la vista" y todos se fueron juntos para compartir un estupendo almuerzo.
Babelia
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