El cedro de San Juan de la Cruz
Un rayo desconsiderado menguó hace dos décadas su frondosidad. Pero a sus más de cuatrocientos años se conserva todavía lozano. En la savia del llamado Cedro de San Juan de la Cruz se mezclan leyenda, interés botánico, historia, poesía y mística.La tradición atribuye su plantación al cofundador de la orden carmelita durante su estancia en Granada. Y recientes estudios lo consideran uno de los primeros ejemplares de una especie americana plantados en Europa.
El árbol está en el Carmen de los Mártires, un jardín junto a la Alhambra, que en 1943 fue declarado de interés histórico-artístico. Está construido en el siglo XIX en el convento carmelita de los Mártires. En sus celdas escribió San Juan de la Cruz algunos de sus poemas. El cedro, si no por él, fue plantado seguro por alguno de sus coetaneos.
El árbol no es en realidad un cedro, sino una rara variedad de ciprés (Cupressus lusitanica) originario de México y que fue traído a España en el siglo XVI por los monjes carmelitas que evangelizaron América. Esta orden pudo elegirlo por su altura, como simbólico vehículo que facilita la unión mística.
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