La Armada Invencible sigue hundida
Los británicos son los europeos que peor imagen tienen de los españoles. Cuatro de cada diez no se casarían con un español. Mientras el 57% de los europeos considera a los españoles gente trabajadora, el 53% de los británicos dice que los españoles son ociosos. El personaje español más conocido en Europa, el Rey Juan Carlos, cede su puesto en las Islas a Julio Iglesias. Toda Europa identifica a España con el color rojo, pero los ciudadanos del Reino Unido apuntan sorprendentemente al naranja. Nueve de cada diez europeos considera a España un país cálido, divertido y espontáneo. En el Reino Unido se dispara el porcentaje de quienes definen a los españoles como egoístas, groseros, artificiales, poco fiables e incluso aburridos.¿Y todo esto por qué? Tal vez lo explique otra estadística discrepante. La Guerra Civil es el hecho histórico español más conocido en toda Europa. En el Reino Unido también, pero seguida de cerca por otro acontecimiento que fuera de las islas pasa desapercibido: la Armada Invencible. Los datos, tomados de una encuesta realizada en 1995 en cinco países (España, Alemania, Reino Unido, Francia e Italia) pertenecen a un estudio del Instituto Universitario Ortega y Gasset, cuyo director, el sociólogo Emilio Lamo de Espinosa, participó ayer en un curso de verano de la Universidad Complutense.
Conquistadores arrogantes o bandoleros románticos. Así es como se ha visto tradicionalmente a los españoles en el exterior. La transición y los 20 años de democracia han modernizado la imagen de los españoles, pero algunos estereotipos perduran. En general, España sigue siendo más un país donde irse de vacaciones o jubilarse que un destino para trabajar y hacer negocios.
Lamo de Espinosa explicó ayer los dos arquetipos que mejor definen a los españoles: el modelo ilustrado, que presenta al español como un tipo autoritario, católico y perverso, producto de la decadencia del imperio de Felipe II; y el contrapuesto modelo romántico, a imagen de los héroes de la guerra de la independencia del siglo XIX, que habla de los españoles como seres auténticos, alegres y vitalistas, pero poco desarrollados. En opinión de Lamo de Espinosa estas dos imágenes perduran.
El sociólogo afirma: "En España siempre nos hemos sentido fuera de la modernidad, desde el 'que inventen ellos' de Unamuno hasta el Spain is diferent de Fraga".
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