Un jurado de Miami impone a las tabacaleras una indemnización de 25 billones de pesetas
El dinero se destinará a pagar los daños de 500.000 afectados por el tabaquismo en Florida
Un jurado de Miami (Florida) impuso ayer, a las cinco grandes tabacaleras estadounidenses y a dos de sus fundaciones, la mayor indemnización jamás establecida por esta causa: 145.000 millones de dólares (más de 25 billones de pesetas, una cuarta parte del PIB español). La histórica decisión responde a una demanda colectiva presentada por tres ex fumadores en representación de los más de 500.000 afectados por el tabaco en Florida, a quienes se destinará la astronómica cifra en concepto de indemnización por daños. La industria del tabaco ha anunciado que recurrirá la decisión.
El jurado, compuesto por cuatro hombres y dos mujeres, inició sus deliberaciones a las 9.55 de la mañana en el Tribunal de Distrito de Miami. Sobre el sentido de su veredicto cabían pocas dudas. Ya en julio de 1999 declaró a las tabacaleras culpables de "conspirar para ocultar los peligros de fumar y actuar fraudulentamente manipulando los niveles de nicotina para crear adicción, a sabiendas del daño que causaban". Tras cuatro horas y media de deliberación, confirmaron que siguen pensando lo mismo.La inmensidad de la indemnización ha satisfecho a la acusación, representada por el hábil abogado Stanley Rosenblatt, que al finalizar el juicio formuló el siguiente alegato: "Ha llegado el momento de la verdad. Estas empresas han destruido vidas, familias y sueños, y ahora tienen que pagar por los 50 años que llevan engañando al público. Ustedes, señores del jurado, tienen que mandar un mensaje al mundo para que nunca más puedan provocar enfermedades y muerte en millones de personas sólo para satisfacer su ambición de dinero". Una vez conocido el veredicto, Rosenblatt se desquitó contra los ejecutivos de las tabacaleras recordándoles que todo su dinero y sus acciones nos les habían servido para nada.
Rosenblatt y su esposa y abogada, Susan, se embarcaron hace seis años en una batalla quijotesca contra más de una docena de poderosos bufetes contratados por las tabacaleras. Nadie apostaba, ni entonces ni a lo largo del espinoso proceso, por la aplastante victoria que ayer obtuvieron. Junto a ellos estaban, llorando de la emoción, dos de los tres fumadores enfermos de cáncer que encabezaron la demanda y el esposo de la tercera, que murió hace exactamente un año de cánceres de pulmón y cerebro.
Predicción imposible
Tras conocer la indemnización, varios juristas expresaron reservas sobre el largo plazo que parecían trazarse las tabacaleras para cumplir con la sentencia. La mayoría coincidía en que el proceso típico de apelación dura de dos a tres años. El letrado Roger Kossack, también analista de la cadena CNN, cree que es imposible hacer predicciones porque no hay una guía jurídica precisa sobre el rumbo que puede tomar el caso en los tribunales. "No está claro que haya que esperar a que se celebren 500.000 o 700.000 juicios para que la indemnización se haga efectiva. Hay muchas preguntas sujetas a interpretación de los tribunales", señaló Kossack.Los afectados tendrán que identificarse ante los tribunales como miembros de la demanda colectiva y demostrar que el tabaquismo ha sido la causa de sus enfermedades o, en el caso de los difuntos, que les provocó la muerte. Suponiendo que el reparto final se hiciera entre medio millón de fumadores (se calcula que hasta 700.000 pudieran reclamar su parte proporcional), a cada uno le corresponderían cerca de 50 millones de pesetas.
Entre los escenarios legales que ahora se pueden producir figura el que un juez del tribunal de apelaciones limite la cantidad de la indemnización. La ley de Florida recientemente ha prohibido -tras un intenso lobby de las tabacaleras- que las indemnizaciones por daños y perjuicios de los tribunales provoquen la bancarrota de una empresa, y las limitó a 100.000 millones de dólares.
A diferencia del acuerdo extrajudicial al que la industria del tabaco llegó con los Estados en 1998, que les permite pagar la indemnización de 254.000 millones (45 billones) a lo largo de 25 años, en la demanda de Florida las tabacaleras tendrán que desembolsar la suma en efectivo.
Durante el juicio de dos años que ahora acaba se han presentado 157 testigos y 58.000 páginas de documentos. El proceso se ha dividido en tres fases: en la primera, se produjo la declaración de culpabilidad; en la segunda -que concluyó el pasado abril-, el jurado concedió 12,7 millones de dólares (unos 2.100 millones de pesetas) en concepto de daños compensatorios a los tres enfermos que encabezan la demanda colectiva, y en esta tercera fase se ha determinado una indemnización punitiva (con el exclusivo propósito de castigar a la industria por su conducta irresponsable) para los más de medio millón de fumadores enfermos a causa del tabaquismo en Florida. A la larga el perjuicio económico es incalculable ya que éste es el primer caso en la historia en que los demandantes son los propios fumadores y establece un precedente para que en otros Estados o países se presenten querellas similares.
"Tardarán 75 años en cobrar"
Philip Morris, J. R. Reynolds Tobacco y Brown & Williamson anunciaron ayer que apelarán el veredicto de Miami. "Éste es un hecho insólito en la historia judicial de Estados Unidos. Es inaudito que un juez permita un veredicto que concede indemnizaciones a casi 700.000 personas anónimas. Pues si quieren cobrar tendrán que ir a juicio uno a uno y al final del proceso, en unos 75 años, podrán cobrar. Si es que ganan, lo cual es muy improbable, porque estamos convencidos de que los tribunales de apelaciones anularán este veredicto inconstitucional", dijo Dan Webb, abogado de Philip Morris. La condena contra esta compañía (algo más de 13 billones de pesetas) supone prácticamente su volumen de negocio en 1999. El pasado año, el grupo Philip Morris obtuvo unos beneficios de 8.000 millones de dólares (1,4 billones de pesetas)."Ninguna de las 1.850 demandas interpuestas por individuos contra los fabricantes estadounidenses de cigarrillos ha resultado en ningún pago de daños y perjuicios", afirma en su sitio en Internet el principal consejero jurídico de British American Tobacco.
Philip Morris sólo ha perdido dos juicios, añade la misma fuente al subrayar que ambos se encuentran en fase de recurso. Uno de estos casos fue el protagonizado por el fallo emitido por un jurado de San Francisco en 1999 que acordó una indemnización de 51 millones de dólares a una fumadora enferma de cáncer, cifra que fue reducida a 26 millones por otro juez antes de ser recurrida.
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