Las 21 hijas y esposas de pescadores de El Palmar admitidas en la comunidad renuncian a faenar
La primera representación femenina en la Comunidad de Pescadores de El Palmar (Valencia) no pudo tener un papel más pasivo y testimonial en su debú: las 21 nuevas socias -esposas e hijas de pescadores que respaldan plenamente a la comunidad y fueron admitidas en su seno la pasada semana- depositaron su redolí, con lo que renunciaron a tomar parte en el sorteo de ayer y a explotar un caladero de L'Albufera la próxima temporada."Tengo que estudiar, los fines de semana estoy ocupada y [pescar] no es una de mis aficiones", justificaba la hija de un pescador admitida en la comunidad, Vanessa Soler, de 20 años. "Es un trabajo muy duro y no me veo capacitada para realizarlo", alegó María José Torrent, de 35 años. Ante la renuncia en masa de las 21 mujeres, el guión del sorteo de redolins de ayer fue un calco de los de toda la vida: 92 varones entonando el tradicional Ave María Purísima antes de elegir caladero, y las mujeres expectantes y en silencio, abanicándose algunas.
Mientras, las cinco demandantes de la Asociación de Amas de Casa Tyrius, encabezadas por Carmen Serrano, que denunciaron la discriminación sexual de la comunidad ante los tribunales, y las demás mujeres que las apoyan, no tuvieron opción de decidir si se sentían capacitadas o si tenían tiempo para ir a faenar, porque no las admitieron como socias la semana anterior "al no cumplir los requisitos" (necesitaban el aval de dos socios). Serrano criticó que las socias "se conforman con ser meras transmisoras del derecho a pescar a sus hijos, sin ir ellas a faenar".
Pese a todo, el jurat major de la comunidad se felicitó en su discurso por el "cambio social" experimentado por la entidad con la incorporación de mujeres. Un cambio social que no atrajo a ninguna de las autoridades invitadas al acto (excusaron su presencia entre otros la alcaldesa, Rita Barberá, y los demás grupos municipales o la consejera de Agricultura y Pesca, María Ángeles Ramón-Llin ). "Me duele que le den la espalda a una instutución histórica cuando celebra el 750 aniversario de la concesión del derecho de pesca en el lago por parte de Jaume I", protestó el asesor jurídico de la comunidad. Eso sí, aunque no regentarán ningún caladero, las 21 nuevas socias se beneficiarán de uno de los puntos aprobados en la Junta de Capítulos: la construcción en la sede de un lavabo para señoras.
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