La mortalidad infantil en Irak se ha multiplicado por seis con el embargo

Un grupo español de diez médicos y dos enfermeras visitó Irak en marzo pasado para evaluar la situación sanitaria de aquel país dentro de la Campaña Estatal por el Levantamiento de las Sanciones. El informe, que han redactado y dado a conocer ahora, es dramático: la mortalidad infantil se ha multiplicado por seis. Se calcula que entre 1990 y diciembre del pasado año han muerto 508.964 niños menores de cinco años. La mortalidad materna se ha duplicado, y el cólera, inexistente en 1990, se extiende vertiginosamente.

Ayuda insuficiente

Los miembros de esta nueva expedición creen que es urgente acabar con el embargo, reconsiderar las ayudas hasta ahora emprendidas y romper el silencio impuesto sobre esta catástrofe.En España ya han sido atendidos 80 niños iraquíes con graves problemas de salud que no podían ser tratados en su país. El sábado volvieron tres de ellos, tras ser operados en hospitales públicos de Madrid y Oviedo. "Después de ver cómo está el panorama, proponemos un reenfoque de las acciones sanitarias emprendidas", dice Juan Luis Ruiz-Giménez, médico de atención primaria y componente de la expedición. "Porque es tremendo comprobar la impotencia que sienten los sanitarios iraquíes ante la ausencia de medios para poder trabajar. Por eso, creemos que, dado que Irak partía de un sistema sanitario aceptable, lo mejor sería ayudar al personal de allí para poder tratar a los enfermos allí mismo".

El problema de Irak, según el informe de este equipo español, que coincide en términos generales con las evaluaciones hechas por la ONU, es la ausencia del material sanitario más básico. "Esto ha llevado a un deterioro importante de la calidad asistencial y de la aplicación de los protocolos científicos establecidos, con el aumento de la morbimortalidad hospitalaria y progresivamente el desprestigio de la institución y de los propios profesionales", dice el informe.

Estos problemas se sufren mientras empeora la salud de la población iraquí. La mortalidad en mayores de cinco años ha sufrido un incremento de 50.000 muertes por año de media en comparación con 1989, siendo la población iraquí total de 24,7 millones de habitantes. La mortalidad infantil (de niños menores de cinco años) se ha multiplicado por seis y las principales causas de muerte son infecciones respiratorias, diarreas y malnutrición. "En los últimos años, gracias al esfuerzo en vacunaciones de Unicef y de la OMS, se ha mejorado la incidencia de enfermedades prevenibles, aunque no se ha conseguido llegar a la situación previa al embargo, con excepción del tétanos neonatal", dice el informe. La dificultad de entrada de medicamentos es la causa también del aumento de la incidencia de otras enfermedades como la tuberculosis. Pero los problemas sanitarios de la población son múltiples y muchos de ellos no los ha provocado el embargo, sino el uso del uranio empobrecido utilizado durante la guerra del Golfo. Según el informe español, ésta es la causa de que hayan aumentado considerablemente las enfermedades infecciosas, los herpes, los síndromes similares al sida, las leucemias y las deformaciones genéticas.

Para el equipo español, la resolución 986 de la ONU, de 1997, que aprobó el programa Petróleo por Alimentos, apenas ha servido para paliar la situación.