Malefakis destaca la vitalidad de la sociedad española democrática
El historiador nortemaricano Edward Malefakis afirmó ayer en Salamanca que "el siglo XX fue terrible" para Europa y para España, "en muchos sentidos, el peor de sus historias", aunque ambas aprendieron de sus catástrofes. El catedrático de Historia Contemporánea de la Columbia University mantuvo que ha cambiado la posición relativa de Europa y de España, ya que la primera "en su totalidad es más estable y feliz, pero menos importante mundialmente de lo que fue en 1900", en tanto que "la importancia de España ha crecido, no sólo dentro de Europa, sino también el mundo", como consecuencia de la recuperación de su presencia en Iberoamérica.Malefakis pronunció una conferencia sobre España, Europa y el siglo XX en el paraninfo de la Universidad de Salamanca con motivo de la entrega de la XII edición del Premio Nebrija, destinado a distinguir a los hispanistas más destacados. El historiador, considerado pionero en el estudio de la relación de Europa y España, además de destacar el papel del rey Juan Carlos, Suárez, González, Carrillo y Fraga, añadió que "España fue afortunada con la clase política que surgió a finales de los setenta y, a pesar de algunas excepciones, ha seguido siéndolo hasta hoy".
Malefakis precisó que "también merecen crédito los españoles en su conjunto, que en los últimos 25 años han mostrado una moderación y una sensatez política impresionante".
El catedrático, experto en problemas sociales españoles del siglo XX, también señaló que ha resultado significativo que "el renacimiento de España no se limitó a lo político", sino que ha mostrado "vitalidad en el tenis, el golf, el ciclismo, la música, la pintura, la arquitectura y el cine verdaderamente notable".
El hispanista trazó un perfil del desarrollo interrelacionado de España y Europa a lo largo de los últimos cien años. El retraso español, que comenzó a romperse en los años sesenta, dijo Malefakis, originó que "los sueños de los reformadores de los años treinta pudieran estar cumplidos en la monarquía constitucional de los años setenta", aunque el proceso no resultara fácil.
