El Consejo de Estado francés veta la 'píldora del día después' en la escuela

Los antiabortistas franceses han ganado una batalla. El Consejo de Estado, al que habían recurrido, les ha dado parcialmente la razón en su guerra por bloquear la aplicación de la circular dictada por Ségolène Royal, antigua ministra de Enseñanza Media y hoy titular de Familia e Infancia, que en diciembre de 1999 autorizó a las enfermeras de los institutos a distribuir la llamada píldora del día después entre las menores que la solicitasen de manera razonada.

El Gobierno francés anunció ayer que pondrá en marcha un proyecto de ley sobre la contracepción de forma "inmediata" para eliminar el "obstáculo jurídico" que impide que se administre la píldora del día después en los colegios e institutos, tal como ha dictaminado el Consejo de Estado. Según esta instancia, la sustancia contraceptiva Norlevo, eficaz hasta tres días después de mantener relaciones sexuales, "sólo puede ser distribuida en farmacias y con receta médida".Una ley de 1967 obliga a que los anticonceptivos hormonales sean vendidos en farmacias. Royal se amparó en su día en una directiva europea de 1992 que definía los criterios por los que los Estados someten ciertos medicamentos a la obligación de prescripción médica. "El Norlevo quedaba fuera de los que imperativamente necesitaban de la receta de un doctor", ha dicho la ministra.

Cada año 10.000 menores francesas recurren a una interrupción médica del embarazo. La ministra quería reducir el número de esas operaciones no siempre realizadas legalmente y en buenas condiciones sanitarias, muy a menudo traumáticas para las chicas. El Consejo de Estado cree que "la directiva europea deja un amplio margen de interpretación" y que ese margen permite considerar que sigue vigente la ley de 1967. Para el Consejo, el Norlevo "en razón de sus efectos y de sus contraindicaciones entra dentro de la categoría de los medicamentos susceptibles de suponer un peligro para la salud si son administrados sin vigilancia médica".

Las instituciones que recurrieron al Consejo llevan nombres tan significativos como Choisir la Vie (Elegir la Vida), Comité pour Sauver l'Enfant a Naître (Comité para Salvar al Niño que tiene que Nacer) o Alliance pour les Droits de la Vie (Alianza para los Derechos de la Vida).

Las enfermeras escolares, aun reconociendo la necesidad de actuar para frenar la proliferación de embarazos no deseados, tampoco estaban uniformemente a favor de la circular ministerial, pues creían que ésta delegaba en ellas unas responsabilidades para las que no habían recibido formación adecuada. En la actualidad, en los centros públicos y en algunos privados, el único medio anticonceptivo eficaz al alcance de los jóvenes sigue siendo el preservativo.

El Estado tendrá que indemnizar con 20.000 francos a cada una de las asociaciones que le acusaban de excederse en sus funciones.