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El Parlamento pide un plan para frenar la presión de los violentos en los colegios

Radicales encapuchados que irrumpen con barras de hierro en facultades universitarias, profesores que tienen miedo a dar su última clase, paredes de institutos empapeladas con las fotos de los presos. Éste es el panoramaen el que se desenvuelve el sistema educativo vasco, en especial en Secundaria y Bachillerato, según lo describieron ayer PP y PSE. El pleno del Parlamento instó ayer a Educación a elaborar un plan para frenar el "avance" de los jóvenes radicales en los centros educativos.

La iniciativa salió adelante con los votos de la oposición. El PNV y EA se abstuvieron por considerar que el departamento que dirige Inaxio Oliveri ya ha puesto en marcha una batería de medidas para luchar contra el clima de deterioro en las aulas que introducen los grupos violentos afines al entorno de ETA. No es la primera vez que esta cuestión se aborda en el Parlamento, aunque en esta ocasión los partidos del Gobierno tuvieron que aguantar más críticas que nunca por parte de la oposición. Desde las acusaciones de "inmovilismo" y "neutralidad" a Educación ante el fenómeno de la violencia radical ejercida en el ámbito escolar proferidas por PP y PSE, a la sentencia de la representante de UA, Enriqueta Benito, que, al ver que los nacionalistas se iban a abstener, les espetó: "Me dan pánico. Al no votar a favor de esta propuesta demuestran su plena connivencia con los que amparan la violencia". Ante este chaparrón, el portavoz de EA en el debate, Iñaki Galdos, aseguró que la descripción de la situación que había hecho la oposición no se ajusta a la realidad y más parecía "un parte de guerra".Galdos cree que se hace muy poco en favor del sistema educativo con declaraciones así. Según el parlamentario nacionalista, es "mentira" que el departamento permanezca inmóvil ante el fenómeno de la violencia. Reconoció que existen algunos problemas, pero recalcó que hay "datos objetivos" que muestran la buena salud del sistema educativo vasco.

Sólo condenas

La parlamentaria del PSE Isabel Celaá, autora de la propuesta original, transaccionada después con PP, IU y UA, subrayó que las autoridades educativas no pueden "limitarse" a emitir condenas puntuales sin mayores consencuencias. Para Celaá, Oliveri debe implicarse activamente en la defensa de la educación de las próximas generaciones. Los jóvenes son "un sector extremadamente sensible y clave para el futuro del país", recordó Celaá.

El representante del PNV, Joseba Arregi, introdujo un elemento de reflexión durante su intervención en el debate. "Si hay alguien responsable de lo que está pasando en el sistema educativo no son ni los profesores, ni las autoridades. Los responsables somos los políticos, que ni siquiera logramos ponernos de acuerdo en los valores que los docentes deben transmitir". Así, hizo un llamamiento al diálogo entre los partidos para lograr al menos un acuerdo de mínimos que sirva de referente al profesorado.

Iñaki Ortega, del PP, advirtió de que "los nuevos talibanes" están ganando terreno en las escuelas. "El fascismo campa a sus anchas en colegios e institutos", afirmó.

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