Portugal presiona para forzar un acuerdo sobre fiscalidad del ahorro en el seno de la Unión Europea
El ministro portugués de Economía, Joaquim Pina Moura, presentará el domingo a los ministros de Economía y Finanzas (Ecofin) de la UE una propuesta de compromiso para forzar un acuerdo sobre la delicada cuestión de la fiscalidad del ahorro. Pina, que el miércoles viajó a Londres y el jueves se entrevistó con el primer ministro de Luxemburgo, Jean-Claude Junker, antes de viajar de nuevo a Londres, ha aceptado introducir algunas de las exigencias de ambos países.La nueva propuesta incluirá el requerimiento británico de que el intercambio de información se aplique de forma recíproca mientras convivan los dos sistemas previstos (o intercambio de información o retención en la fuente) durante un cierto periodo transitorio.
También ha aceptado introducir por escrito una de las exigencias de varios países, la de que la entrada en vigor del acuerdo quedará condicionada a que se alcance un acuerdo sobre esta misma materia con terceros países. Una cláusula que amenaza con convertir en papel mojado cualquier acuerdo en la UE.
La propuesta de la presidencia portuguesa incluirá también el principio de que el país donde se localicen las inversiones y el país del que es nacional el inversor compartan los impuestos con que se graven las inversiones localizadas a través de este sistema.
Los ministros se reunirán el domingo en Oporto en lo que se ha querido presentar como la última oportunidad para alcanzar un acuerdo en este contencioso, que enfrenta a los socios europeos desde que en 1989 se aprobó la libre circulación de capitales. Se supone que el reunirse en vísperas de que lo hagan el lunes y el martes los jefes de Estado o de Gobierno de la Unión Europea será un elemento de presión para forzar un acuerdo en el Ecofin.
Esa misma táctica se empleó hace seis meses en la cumbre de Helsinki sin ningún resultado. Entonces fue el Reino Unido quien bloqueó para defender las emisiones de eurobonos de la City.
Seis meses después, Londres ha tenido la habilidad de darle la vuelta a la tortilla y hacer saltar por los aires el viejo compromiso de que cualquier acuerdo sobre fiscalidad del ahorro se basaría en el principio de que cada país podría elegir entre imponer una retención en la fuente o comprometerse a informar al resto de socios sobre las inversiones en su territorio.
A instancias de Londres, la mayoría ha aceptado que a la larga sólo se mantenga la obligación de informar, lo que ha provocado que sean sobre todo Luxemburgo y Austria los que impidan el pacto porque ello acarrearía la supresión del secreto bancario.
[Por otra parte, el secretario de Estado de Hacienda, Enrique Giménez-Reyna, adelantó ayer la propuesta del Gobierno en la futura negociación de la financiación autonómica en España. Hacienda propondrá incluir en el nuevo sistema los servicios sociales y de salud, que hoy se financian al margen de las comunidades autónomas. También el PSOE, CDC e IU realizaron propuestas. IU planteó una "descentralización" del IRPF hacia los ayuntamientos si se suprime el impuesto de actividades económicas (IAE). PSOE y CDC quieren que el impuesto se mantenga, incluso con una reducción del 100% en el IRPF y en el impuesto de sociedades.]
