Los cerveceros se lanzan a la conquista del paladar polaco

Acostumbrados a los alcoholes fuertes, los polacos están aún en la fase de "probar" distintas marcas de cervezas y les gusta cambiar de una a otra. Para los cerveceros occidentales, que dominan el mercado, resulta fundamental estar hoy sobre el terreno para formar el gusto de los nuevos consumidores."Hemos de fortalecernos en el mercado antes del ingreso en la EU y creemos que el consumidor será leal a nuestros productos también después. El consumo de cerveza crece rápidamente, y ha sido potenciado por el rápido desarrollo de la gastronomía", señala Matthäus Niewodniczanski, un polaco criado en Alemania, que ha vuelto al país de origen de su padre como vicedirector de la fábrica Bosman, de Szczecin. La fábrica, que fue fundada por alemanes en 1848, fue comprada por la cadena Bitburger en 1997, que ha invertido 100 millones de marcos en dos fábricas en Polonia.

La fábrica Bosman produjo 727.000 hectolitros en 1999 y tiene una planta embotelladora totalmente automatizada. El mercado de la cerveza polaco está en manos extranjeras. De las 11 principales empresas, diez son extranjeras. Lidera Heineken con un 31% del mercado, seguida de SAB, con un 27,6%, y Carlsberg, con un 5,7%. Bitburger ocupa el cuarto lugar con un 4%. Aunque la cervecería de Bosman es en un 99,2% de propiedad alemana, el consejo de administración está constituido sólo por polacos y la empresa cuida que su imagen de marca y publicitaria sea polaca, asegura Niewodniczanski.

El mercado de la cerveza creció un 11,3% en Polonia en 1999. En Alemania, en cambio, está en recesión. Niewodniczanski constata un creciente aumento de la competencia en el sector, que se refleja en el aumento de la calidad, la disminución de los precios y la presión sobre los márgenes. Al de la cerveza le seguirán otros mercados.