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Vázquez Montalbán considera a Carvalho el 'mirón' de la sociedad en los últimos 40 años

Homenaje en la feria madrileña al escritor, ante la publicación de 'El hombre de mi vida'

Manuel Vázquez Montalbán es uno de los autores españoles más unánimemente reconocidos. La Feria del Libro de Madrid y sus editores quisieron rendirle ayer un homenaje en el que celebraron su inagotable creatividad y el valor de una obra que ha logrado equilibrar el éxito comercial con la calidad literaria. Como es ya inevitable, se habló tanto de Vázquez Montalbán como de su personaje el detective Pepe Carvalho. El autor anunció que continuarán las historias de este "mirón que se ha convertido en el testigo de la evolución del idealismo de los años sesenta al pesimismo de este fin de siglo".

"A los escritores nos encanta que nos hagan homenajes", reconoció el autor de Galíndez. "En una ocasión hicieron una encuesta a varios autores en el diario francés Liberátion y nos preguntaron por qué escribíamos. Yo contesté que escribía porque quería ser alto, rico y rubio. Los homenajes, los premios y el reconocimiento de los lectores me han hecho sentir muchas veces alto y rubio. Lo de ser rico resulta más difícil. Pero puedo decir que he conseguido el objetivo de mi vida".Unos minutos antes, en una mesa que formaban directivos de la Feria del Libro madrileña, Fernando Valverde y Jesús García Bayón; de la editorial Planeta, Carlos Reves (director editorial) y Carlos Pujol (asesor del grupo Planeta); el senador Juan Van Halen y el crítico literario Santos Sanz Villanueva, se habían desgranado adjetivos y frases de admiración y afecto.

Evitar una muerte

Fernando Valverde se felicitó de la labor de "carceleros" de los editores, que impidieron que el autor acabara con la vida de Pepe Carvalho, ahora renovado con su última aventura en El hombre de mi vida. "La Feria del Libro celebra su sentido de la libertad", dijo.

Carlos Reves manifestó la satisfacción de la editorial que él dirige en hacerle este merecido homenaje. "El mito de Pepe Carvalho nació editorialmente con Planeta en 1972 y desde entonces ha representado la sensibilidad de los tiempos que vivimos, por su sentido de la dignidad y la defensa de unos ideales irrenunciables", afirmó.

Carlos Pujol quiso hacer un apunte más afectivo, recordando la larga amistad que los une, desde los tiempos universitarios. "Manolo -sería imposible no llamarle Manolo- firmaba en la revista Triunfo en los años sesenta y ya desde entonces dio muestras de una personalidad irrenunciable y pruebas de un empecinamiento literario inagotable. Luego vinieron años especialmente difíciles", dijo, sin mencionar su encarcelamiento por motivos políticos. Pujol lo contrató después, señaló el autor con agradecimiento, para trabajar en la formación del archivo para el diccionario Larousse.

Y fue Pujol el primero que confió en Pepe Carvalho, un personaje atípico en el panorama literario de una época fascinada con el experimentalismo. En 1972 se publicó Yo maté a Kennedy, y en 1979, Los mares del Sur ganó el Premio Planeta.

Santos Sanz señaló que Pepe Carvalho se ha convertido en un mito literario. "Cada vez se parece más a cualquiera de nosotros porque no ha renunciado a su condición de voyeur y con ello nos da la clave de cómo es la vida", afirmó. "Lo que más me interesa es la forma en que este personaje se ha ido construyendo, casi al margen de la voluntad de su autor", comentó. "Vázquez Montalbán hizo un personaje algo estereotipado al principio, que después fue adquiriendo cuerpo de forma sutil. El autor ha ido enriqueciendo su comportamiento, en un intento de distanciarse de la novela negra. A diferencia de los protagonistas de ésta, inmutables, Carvalho acusa el paso del tiempo. En lo erótico es ahora más renuente y su carácter es menos frío, más tierno y melancólico. Parece que Vázquez Montalbán le ha cogido cariño, que se compadece de él".

El autor es quien parece más frío con respecto a este personaje y reconoció ayer mantener una relación de amor-odio con Carvalho. "Tengo una relación ambigua con Carvalho, a veces lo detesto", confesó. "Como mirón, Carvalho plantea un punto de vista de la sociedad. A través de sus aventuras observamos el tránsito de los años sesenta, y las grandes expectativas de cambio, hasta el pesimismo de este fin de siglo, sin visión de futuro"-

Vázquez Montalbán quiso aprovechar este homenaje para defenderse de algunos adjetivos que suelen utilizarse demasiado a menudo con él. "Prolífico: no soy prolífico, prolíficos son los conejos. Y además yo he escrito menos libros que Baroja", dijo, para continuar con su ataque contra otro adjetivo: "Coherente: cuando me dieron el Premio Nacional de las Letras un periodista me preguntó si era un premio a la coherencia. ¿Ser rojo a los 17 y a los 70 es signo de coherencia? Yo quiero pensar que fue un premio literario, no a mi coherencia. En realidad, estoy cargado de contradicciones".

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