La actriz Ingrid Rubio destaca en 'El viaje de Arián', una película sobre el entorno de ETA
La sesión de ayer en el Festival de Cine Español de Málaga se saldó con el estreno de El viaje de Arián, un filme honesto, pero irregular, sobre el fatal destino de una chica que se vincula a ETA y decide en un momento no seguir las reglas del asesinato. Con algunas escenas brutales, el filme se sustenta en la hipnótica presencia de la protagonista, Ingrid Rubio, la mayor candidata al premio de interpretación femenina. El productor Elías Querejeta, a quien se dedica una retrospectiva, presentó un acuerdo con Vía Digital para la emisión de un paquete de películas, documentales y series.
El viaje de Arián contiene algunas de las escenas más violentas vistas hasta la fecha en Málaga; entre otras cosas, porque son de esas que sabemos que no pertenecen precisamente al universo que cualquier película propone, sino que están ahí tomadas de la vida misma. Se llama El viaje de Arián; es el primer largometraje de un curtido realizador televisivo catalán, Eduard Bosch, que ya había hecho anteriormente, con idéntico título, un mediometraje sobre un tema similar, y, a pesar de sus vacilaciones, es una película a tener en cuenta.Se le pueden poner muchos peros, algunos incluso importantes; pero hay que concederle al menos que tiene un afán documentalizador fuera de duda y que es un plausible recorrido por la vida de una joven, la Arián del título (Ingrid Rubio), inmersa en el universo abertzale desde sus primeras acciones de propaganda en un instituto hasta su integración en el comando Nafarroa y su participación en un hecho de sangre atroz, que Bosch filma con un rigor cercano a la crueldad.
Sobre la postura del realizador no caben dudas: no le interesan los grandes discursos ideológicos; va directo a contar la psicología de una chica de emblemáticos orígenes -hija de vasco y andaluza, ascendencia humilde, padres mayores, entorno afectivo marcado por el inconformismo que degenera en kale borroka-, sabe que tiene en ese recorrido, en el viaje del título, toda la fuerza de su mensaje.
A pesar de ello, y a pesar de la presencia de una Ingrid Rubio soberbia en su caracterización de la etarra en ciernes -ya es curioso que las dos películas sobre el terrorismo que hemos conocido este año se basen tanto en el trabajo de actrices que las aguantan por sí solas: recuérdese Yoyes y la portentosa caracterización de Ana Torrent-, y desde ya máxima aspirante al premio de interpretación que otorga el festival, la película tiene algunos problemas que merecen destacarse.
El principal es que, en su recorrido por la vida de Arián, Bosch se centra tanto en un caso individual que se olvida de recordarnos que el terrorismo sigue existiendo: en la película que no rodó, más cargada de mala uva, más pesimista, pese a todo, Arián no debería acabar como aquí acaba. Dos: que un guión muy atento a los detalles de caracterización de personajes y situaciones se pierde, no obstante, cuando debe hacer creíbles ciertas soluciones narrativas, como la que busca para resolver el tema de la secuestrada, eje de la acción.
Al pase de prensa concurrió sólo el equipo técnico del filme, el director, el productor Ángel Blasco, el compositor Joan Valent y los guionistas Jordi Gasull y Patxi Amezcua. Todos reconocieron la dificultad de abordar el tema de ETA "sin caer en la casuística informativa y queriendo mostrar dramas personales antes que ideologías". Revelaron como el mayor reto ampliar a un largo lo que en su origen había sido un mediometraje donde se narraba exclusivamente un secuestro, precisamente lo mejor de la película.
"Hemos tenido que crear unas condiciones previas del personaje de Arián y darle un final consecuente, del que honestamente estamos muy satisfechos", dijeron en bloque. La película tiene su estreno previsto para el mes de septiembre.
Por otra parte, ayer se presentó el acuerdo en exclusiva firmado entre el productor Elías Querejeta y Vía Digital para la emisión en exclusiva en el canal de pago de cuatro largometrajes, cuatro series de documentales y una serie de ficción producidos por Querejeta. Entre ellas se encuentran los próximos largometrajes de Fernando León, Gracia Querejeta, Javier Corcuera y Tríe Ortega, una versión en serie del largometraje Barrio, de Fernando León, donde se mantendrá el reparto de la película, y varios documentales de investigación, sobre grandes estadios de fútbol, de grupos musicales y sobre trabajos de realizadores noveles.
Babelia
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