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MEDIO AMBIENTE

Nuevos análisis dan niveles de cromo en el Segura muy superiores a los permitidos

El contenido de cromo en el agua que se emplea para regar los campos y huertas de la cuenca baja del Segura es 73 veces superior al límite legal, según denunció ayer el colectivo Pro-Río Segura de Orihuela, después de recibir los resultados de un análisis realizado en aguas del Guadalentín, afluente del río. Las muestras ya están en poder de la juez que indaga los vertidos al río y también serán remitidas a la Consejería y al Ministerio de Medio Ambiente.

El portavoz de la Comisión Pro-Río Segura de Orihuela, José Antonio Muñoz Grau, aseguró ayer que "vamos a mover a todos los niveles" los alarmantes resultados de los análisis, con el objetivo de que las administraciones competentes en el río "cumplan de una vez por todas sus promesas y pongan fin a los vertidos contaminantes al Segura". Si éstas no cumplen, apuntó, "lo intentaremos nosotros a través de la vía judicial", abierta por la titular del Juzgado de Instrucción 6 de Orihuela.Pro-Río señala a las empresas de curtidos de Lorca (Murcia) como uno de los principales focos de contaminación industrial al cauce del Segura, e insiste en sus denuncias contra las administraciones "por su pasividad" ante el problema.

Muñoz Grau recordó que tanto el Gobierno murciano como la Confederación Hidrográfica del Segura se comprometieron a establecer medidas para que los residuos que generan las factorías de curtidos de Lorca no se vertieran al Guadalentín sin haber eliminado su contenido decromo.

"Los resultados de los análisis demuestran que esas medidas no se han adoptado, y que se sigue echando cromo al río en cantidades muy graves", dijo el portavoz del colectivo. Las muestras del agua analizadas por el laboratorio Labaqua de Murcia fueron tomadas en Alcantarilla. "Comprobamos que se regaban campos directamente con ese agua contaminada, y vimos a animales pastando por zonas que reciben esos vertidos altamente peligrosos", advirtió.

A su entender, ese caudal no debería emplearse para regar los cultivos, porque les están "envenenando", asegura rotundo. La situación es "gravísima", y las administraciones "deberían tomar cartas en el asunto de manera inmediata", afirma Muñoz Grau.

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