Los premios Laus certifican la recuperación del sector de la comunicación gráfica El anuncio 'Imitador', de Tandem, gana en la categoría de mejor anuncio y mejor realización

Tras la edición de 1999, en la que 11 de las 22 categorías fueron declaradas desiertas, los Premios LAUS 2000 dejan entrever una recuperación en el sector de la comunicación gráfica que, en opinión de su director, Josep M. Mir, obedece a la favorable coyuntura económica: "Cuando la economía va bien, las empresas se arriesgan más. Consecuentemente, la calidad del diseño gráfico se beneficia". Entre los triunfadores de esta edición figura el anuncio Imitador, de Audi, firmado por Tandem Campany Guasch DDB, que fue el mejor espacio publicitario y la mejor realización.

A juicio del director de los Laus, los premios desiertos de la pasada edición fueron "un aviso crítico al diseño gráfico español que vivía un momento de estandarización en el que todo lo que se hacía ya se había visto antes", aseguró. Entre los trabajos de este año que el jurado ha considerado más innovadores y mejor resueltos destaca Imitador, la campaña de televisión de Audi, que resultó doblemente premiado con trofeos al mejor anuncio y a la mejor realización. David Ruiz y Marina Company recibieron también dos premios, por la dirección de arte de la cuña Naked y por el cartel de Camper, realizado con Quico Vidal. El trofeo a la mejor promoción gráfica ha recaído en la propuesta de Patrick Thomas y Ángela Broggi para la campaña de apoyo a la candidatura a la Generalitat de Pasqual Maragall encargada por Ciutadans pel Canvi. El galardón a la mejor comunicación en prensa ha recaído en Inversión, campaña diseñada por Tiempo/BBDO para la fundación Vicente Ferrer. El mejor diseño de web y CD-ROM ha recaído en la web Depende, de Herraiz Soto and Co para Tronco records-Jarabe de Palo. Termómetro

Entre las agencias de publicidad, McCann-Erickson -con premios en las categorías de Comunicación diversa y Animación de imagen-, y Tandem Campmany Guasch DDB -con galardones en los apartados de Spot, Montaje y Realización- fueron las más premiadas por un jurado que estaba integrado, entre otros, por Daniel Nebot, Fernando Gutiérrez, Tomàs Delclòs, Isabel Coixet y con Javier Mariscal otorgando los Premios de Comunicación Municipal.

Creados en 1964 por la Asociación de Diseñadores Gráficos (ADGFAD), con sede en Barcelona, los LAUS quieren ser un termómetro de la creatividad y la calidad de la comunicación gráfica y audiovisual en España. El director de la asociación, Claret Serrahima, destacó la solera de uno de los dos premios más antiguos de Europa, que con la presente celebra su 30ª edición, y el hecho de que "sólo los ganadores de los LAUS puedan presentarse al galardón que concede el Art Directors Club of Europe [la Asociación de directores de arte europeos], el premio de mayor prestigio continental". A pesar de esto, Serrahima apostilló la necesidad de que los galardones "comiencen a viajar fuera de Barcelona, tanto en su exposición como en su entrega" y la urgencia de que "más allá del trabajo de los creativos, los galardones se hagan extensibles a las empresas para concienciarlas de la necesidad de cuidar la comunicación de los productos". La exposición que recoge los premios anuales viajará este año a Madrid, Sevilla, Tenerife y Oviedo.A juicio de Mir y Serrahima, "el buen diseño existe sólo a partir de su demanda". "Hasta ahora, Cataluña ha sido una cantera tradicional de diseñadores gráficos por la calidad de las escuelas locales, debido a la cantidad de profesionales afincados en esta región y sobre todo gracias al uso que la pequeña y mediana empresa hacía del grafismo. La tendencia actual, sin embargo, tiende a la normalización por parte de las otras provincias", aseguró.

La relación con las empresas es uno de los principales problemas de una profesión, la de diseñador gráfico, y por extensión de unos premios cuyo lugar se debate entre la comunicación y la cultura, entre la empresa y el museo. "A ambos ministerios, al de Cultura y al de Industria, les cuesta entender que exista el lazo que tiende el diseño entre la cultura y la industria. No saben ver la relación entre diseño industrial e industria, de modo que la conexión entre empresa y diseño gráfico les parece casi un imposible", declaró Serrahima, quien recordó que el Premio Nacional de Diseño, que concede Industria, "es el único premio nacional carente de dotación económica".