El peso pesado de la industria

Difícilmente se podría entender la situación económica vasca sin la aportación del sector de máquina-herramienta, que ya ha cumplido 100 años de una historia tejida por 600 empresas. Pese a su carácter centenario, este sector comenzó a despegar en los años 80. Los fabricantes aprovecharon la introducción de nuevas tecnologías en las máquinas, como el control numérico, para subirse al carro del progreso.Veinte años después, el retraso tradicional respecto a otros países es una historia olvidadada; los fabricantes de máquina herramienta españoles no paran de crecer y de escalar puestos en la clasificación mundial del sector. En 1998 ocupaban el lugar decimoprimero en el listado mundial y el año pasado ascendieron hasta el noveno puesto.

Hablar de máquina-herramienta en España es hablar de un sector vasco. Euskadi representa el 80% de la producción y de la exportación y se sitúa a la cabeza de los avances tecnológicos. La mayoría de los 2.000 nuevos prototipos que cada año salen de las empresas con los últimos avances tecnológicos del control numérico tienen label vasco. Así que no es extraño que la Asociación Española de Fabricantes de Máquina-herramienta esté en Guipúzcoa, donde se ubican 60 de las 82 empresas, y que la comarca del Bajo Deba sea el Sillicon Valley de la máquina-herramienta española.

El año pasado, la producción vasca facturó 116.870 millones de pesetas (702,4 millones de euros) y alcanzó un porcentaje de exportación del 55%. Alemania, Francia y EE UU son los principales clientes y entre los tres compran el 42% de las máquinas que se fabrican en el País Vasco. Un total de 4.310 trabajadores trabajan en el sector, aunque podrían ser más.

La falta de mano cualificada es una realidad que han denunciado en numerosas ocasiones los empresarios vascos y la máquina-herramienta no es una excepción. El sector hubiera creado el pasado año 200 nuevos puestos de trabajo si hubiera encontrado personal con la cualificación necesaria.

Investigación

Para tener todos los cabos atados, la agrupación empresarial apoya económicamente el Instituto de Máquina-Herramienta, que cada año aporta nuevas remesas de trabajadores especializados al sector, pero es insuficiente para satisfacer la demanda.

La misma filosofía de colaboración existe entre los fabricantes de máquina-herramienta, que destinan el 5% de su cifra de negocios a I + D [Investigación y Desarrollo], y los centros tecnológicos vascos. Investigadores de Tekniker, Fatronik y Robotiker se encargan de facilitar al sector la introducción de las nuevas tecnologías.

Muestra de ello es la Bienal de Máquina-Herramienta, que se celebra cada dos años, una oportunidad que los centros tecnológicos aprovechan para presentar las fresadoras y los tornos más avanzados tecnológicamente y que incorporan además cualidades como el diseño y la ergonomía. Los parámetros estéticos también han alcanzado a un peso pesado como el de la máquina-herramienta, a través del premio nacional de diseño que organiza el centro DZ de la Diputación vizcaína en cada bienal.

Esta feria es el termómetro de esta actividad y el mercurio no ha parado de subir en las últimas ediciones. La pujanza del sector y el interés que provoca la máquina-herramienta quedó más que probada a principios de este año, cuando las peticiones de empresas de todo el mundo que querían participar en la bienal dejaron pequeñas las instalaciones de la feria y de los hoteles de la capital vizcaína.

El recinto ferial, según su presidente, Iñaki Irusta, hubiera necesitado 8.000 metros cuadrados más para acoger a todas las empresas que demandaron un sitio en la bienal. Pero no cabía ya ni un alfiler en los 40.754 metros cuadrados de la feria, que acogió durante el certamen a 2.079 empresas procedentes de 34 países.

Internacionalización Danobat, Fagor Arrasate, Goratu, Zayer, Ona Electroerosión, Maquinaria Geka e Industrias Anayak son los principales fabricantes vascos de máquina-herramienta, que esperan aumentar este ejercicio un 5% la producción y un 4% las exportaciones. Para seguir creciendo, el sector apuesta por la internacionalización, la tecnología, la calidad, el medio ambiente y la formación.

Para el primer objetivo, la expansión internacional, ya se han dado los primeros pasos en unos recientes encuentros con la industria norteamericana aeronáutica y espacial, que tendrán su continuación en la feria que se celebra en Chicago. Las potentes Boeing-Mc Donnell y Lockheed Martin son algunas de las compañías interesadas en la producción de este sector.