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La Comisión Europea investigará el almacén de lindane de Babcock & Wilcox

La Comisión Europea también investigará la posible ilegalidad de un almacén abandonado de la empresa Babcock & Wilcox en Sestao, donde desde hace cinco años se guardan 3.500 grandes sacos de tierras con residuos de lindane. La secretaría general de la CE ha admitido a trámite la queja planteada en marzo por la plataforma vecinal Lur Maitea, que relata el incumplimiento de cinco directivas comunitarias. Ésta es la sexta queja medioambiental referida a Euskadi que tratan las autoridades europeas.

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Un fallo que se demora

La existencia de este almacén con residuos del pesticida tóxico fue conocida públicamente hace tres meses [ver EL PAÍS del 12 de febrero] y su situación es indagada por un juzgado de Barakaldo, donde la plataforma Lur Maitea interpuso una denuncia. Se trata de una antigua nave de laminación de Babcock & Wilcox que está totalmente abandonada y tiene una superficie de 12.500 metros cuadrados, de los que 4.200 están ocupados por los sacos con los residuos de lindane. Estos materiales tóxicos, que suponen un volumen superior a 7.000 metros cúbicos de tierras contaminadas, proceden del solar cercano que ocupa actualmente el hipermercado Pryca de Sestao, para cuya construcción se tuvo que retirar la superficie afectada por el lindane.El Departamento de Medio Ambiente del Gobierno vasco llegó a un acuerdo con Babcock en 1995 para almacenar en una nave estos desechos contaminantes hasta que se construyese la celda de seguridad de Barakaldo, que albergaría estos residuos y otros desperdigados en 13 focos de la Margen Izquierda. Pero esta infraestructura se ha retrasado -las obras empezaron en noviembre pasado- y el deposito temporal cumplirá este verano cinco años. Lur Maitea ha calificado la nave de "ilegal y clandestina", mientras que Ihobe, la sociedad ambiental del Gobierno vasco que gestiona el problema del lindane, asegura que el almacén cumple las normas establecidas y que "el residuo está lo más seguro que puede estar ahora".

La plataforma vecinal planteó su queja a Bruselas el pasado 27 de marzo y citaba el incumplimiento de cinco directivas comunitarias: la falta de un estudio de impacto ambiental, la carencia del trámite de información pública "ni ningún tipo de información en cinco años", el almacenaje temporal superior a los seis meses, el transporte de las tierras con lindane a cargo de una empresa de excavaciones sin autorización para gestionar residuos tóxicos, y la carencia de planes de emergencia. "La licencia de gestor de residuos tóxicos a Babcock otorga una capacidad de almacenamiento de 4.200 metros cúbicos y al menos hay 7.075 metros cúbicos", añade la queja de Lur Maitea.

Sexta reclamación

La secretaria general de la Comisión Europea admitió la reclamación el pasado 19 de abril. En una comunicación enviada a la plataforma ecologista, se anuncia que la denuncia "será examinada por los servicios de la Comisión a la luz del derecho comunitario aplicable en la materia. Se les informará de los resultados de dicho examen y del desarrollo del eventual procedimiento de infracción".

La admisión de esta queja se une a las cinco reclamaciones referidas a asuntos medioambientales en Euskadi que ya indaga la Dirección de Medio Ambiente de la Comisión Europea. Se trata de proyectos ya concluidos como la celda que contiene tierras con lindane en terrenos del aeropuerto de Sondika -sobre la que hay dos quejas diferentes- y el centro comercial Artea, en Leioa, y otras infraestructuras en marcha como las obras de ampliación del aeródromo vizcaíno y los dos proyectos para eliminar el pesticida en Barakaldo, una planta de tratamiento de lindane puro y otra celda de seguridad de suelos afectados con residuos del pesticida.

Todos ellos son actuaciones afectadas por el lindane y en la mayoría las denuncias se fundamentan en la falta de estudios de impacto ambiental.

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